Reacción de la sociedad civil a Castelló. Frente a la ofensiva del Partido Popular y Vox, que amenaza con castellanizar el topónimo de la ciudad, la plataforma Castelló per la Llengua ha convocado a las entidades integrantes para unirse con los partidos políticos y dar una respuesta conjunta. Y es que el gobierno municipal formado por los populares y la ultraderecha han acordado continuar los trámites con el fin de modificar el nombre oficial de Castellón de la Plana y volver a utilizar la forma castellana, en un intento por erradicar el vínculo de la ciudad con el habla valenciana. La respuesta de entidades y partidos también incluye un manifiesto que puede firmarse para evitar el cambio, con el objetivo de recoger apoyos a favor del mantenimiento exclusivo del topónimo actual.

La capital de la Plana Alta había recuperado su nombre solo en valenciano el 22 de marzo de 2019, cuando la Generalitat Valenciana aprobó la forma exclusiva 'Castelló de la Plana', dejando de mantener al mismo nivel la versión castellana. El gobierno de Ximo Puig —conformado entonces por PSPV, Compromís y Podem— tomó la decisión teniendo en cuenta el dictamen favorable que emitió, por unanimidad, la Academia Valenciana de la Lengua. El informe de la Sección de Onomástica de la AVL, presidida por el catedrático Emili Casanova, fundamentaba el estudio del topónimo en cuatro aspectos básicos: la etimología, la documentación histórica, la legislación vigente y los criterios de fijación de la toponimia valenciana recogidos en los manuales especializados.

El informe del AVL sobre el topónimo 'Castelló' señala, en primer lugar, que el nombre de la ciudad formaba parte de los entonces 27 topónimos de municipios en la zona de predominio del valenciano que solo mantenía el topónimo en la forma castellanizada. Además, el informe dictaminaba que el topónimo de la ciudad tenía que responder a su tradición histórica y lingüística, mientras que el manual del AVL para la fijación de la toponimia valenciana también recomendaba a los municipios recuperar la denominación valenciana como forma oficial. 'Castelló' es el topónimo que aparece en documentos medievales como El libro del reparto o Crónica de Jaume I, del siglo XIII, y otros documentos históricos más modernos demuestran la tradición lingüística de la denominación valenciana.

Sin oposición de la Generalitat Valenciana

El gobierno municipal de Castellón, formado por PP y Vox y liderado por Begoña Carrasco, inició en junio los trámites para que el nombre oficial de la ciudad pasara a incluir su forma en castellano. El cambio tendría que acabar validándolo la Generalitat Valenciana, pero como este está gobernado también por los populares y la ultraderecha habría vía libre para la castellanización. El movimiento ya ha recibido el rechazo de las entidades de defensa por la lengua valenciana, y también de la oposición política.