Si no era suficiente con la oleada de protestas, críticas e indignación que ha generado la sentencia de la Manada, que considera la violación grupal como un abuso y no como una violación, el ministro de Justicia Rafael Catalá ha encendido más el debate cuando esta mañana ha afirmado que el juez que emitió un voto particular a favor de la absolución de los acusados, Ricardo González "tiene un problema singular" y "todo el mundo" lo sabe.
En una entrevista en la COPE ha afirmado que le "sorprende" que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no haya actuado "preventivamente". "Me sorprende, sobre todo entre los miembros de la carrera que conocen el caso, que cuando todos saben que una persona tiene un problema y tiene una situación singular, el Consejo no actúe y después se produzcan resultados singulares. Eso se podría haber evitado", ha comentado.
El ministro ha explicado que este juez tiene "algunos expedientes" y "algún problema", aunque ha afirmado que no se puede pedir su inhabilitación sin tener más datos. "La tarea del Consejo es asegurar que quien ejerce la jurisdicción está en pleno ejercicio de sus facultades", afirmó.
Catalá ha reconocido que no conoce este juez personalmente, pero ha insistido en que "todos lo saben" y ha añadido que aunque hay 5.500 jueces que son magníficos profesionales, "como en todas las corporaciones, hay algunas personas que tienen dificultades".
Crítico con el voto particular
El ministro ha criticado el voto particular que emitió este magistrado de la Audiencia Provincial de Navarra que pedía la absolución porque a su juicio la víctima accedió a mantener relaciones con los chicos.
Catalá asegura que "una sentencia de 140 folios no puede tener 200 folios de voto particular con expresiones muy inadecuadas, que es lo que yo creo que ha generado el revuelo social". El texto al que se refiere asegura que en los vídeos grabados por los acusados solo se observa a cinco hombres y una mujer practicando "actos sexuales en un ambiente de fiesta y alegría".
El ministro ha explicado que ha encomendado a un grupo de expertos una valoración sobre una posible revisión del Código Penal en cuanto a la tipificación de los delitos contra la libertad sexual. "Necesitarán su tiempo, se reunirán las horas necesarias y harán una propuesta que los grupos políticos valoraremos". Para el ministro no se trata de reaccionar "en caliente".