El catalán Pablo Belmonte, de 26 años, único superviviente de la avalancha que el domingo pasado causó la muerte de tres catalanes más y un guía peruano en los Andes del Perú, se recupera "con calma" y sin rencor hacia la montaña en la ciudad andina de Huaraz mientras espera que curen sus heridas del accidente.

Muy afectado emocionalmente por la pérdida de tres compañeros de la infancia con los que compartía la pasión por las montañas y con quienes vivía un largo viaje por Latinoamérica, Belmonte ha lamentado en una entrevista telefónica con Efe la ausencia de medios en la zona, como helicópteros de rescate, que podrían haber ayudado a salvar a sus amigos.

¿Cómo te encuentras actualmente?

Estoy mejor de lo que se podría esperar. Tengo dolor en todo el cuerpo, pero son lesiones menores. Nada grave o que pueda repercutir. Tengo mucho dolor para sentarme o moverme, pequeñas contusiones. Hay alguna fractura, alguna luxación, alguna herida que han tenido que curar o coser.

Yo solicité el alta voluntaria del hospital, y ahora estoy siendo atendido por mis amigos en el hostal, donde me están cuidando mucho y donde estoy rodeado de gente que me ama y que amaba también a los chicos accidentados.

¿Cuánto tiempo calculan los médicos que tardará tu recuperación?

Me hicieron 15 radiografías. No han visto que nada comprometa mi salud. Yo creo que entre dos semanas y un mes ya volveré a estar más o menos bien. Me recupero rápido, sólo es esperar.

¿Cómo ocurrió el accidente?

Estábamos allí por la tarde, y hubo una tormenta eléctrica muy fuerte. Llevábamos equipos metálicos y entonces había riesgo que nos impactara algún rayo, así que decidimos bajar muy rápido.

El tema también del cambio climático que estamos viviendo, la última semana aquí hizo básicamente sol cuando tenía que estar lloviendo o nevando. Entonces sobre aquella capa de nieve compacta, casi hielo, se generó una capa de nieve virgen, y al bajar corriendo, resbalamos. Digamos que cinco personas encordadas en la nieve... era imposible detener la caída.

¿Era la primera vez que subías al Nevado Mateo?

A este Nevado sí. Tengo que decir que es relativamente fácil, que no tiene ninguna complicación. La duración de la ruta es realmente un paseo que se puede dar al mediodía, pero los accidentes en la montaña ocurren. Y las montañas están muy por encima de los seres humanos.

¿Realizabais esta práctica habitualmente?

Era la primera vez a mi vida que ponía pegas para ir a la montaña, pero son cosas que pasan. Todos llevamos toda la vida yendo a la montaña, nos podía haber pasado alguna otra cosa en otra ocasión, no pasó, ha pasado ahora. Siempre es un riesgo que comporta, pero el mayor riesgo es estar postrados en el cemento, con la vida moderna, con depresiones. No hay nada tan peligroso como la selva de cemento. No éramos deportistas de élite, pero nos gusta la montaña.

¿Erais amigos muy próximos los cuatro?

Éramos amigos desde la infancia, desde la escuela.

¿Cuánto tiempo estuvisteis en el Perú?

Estábamos en el Perú entre tres y cuatro meses, incluso tuvimos que renovar el visado porque nos caducó.

¿Habíais estado recorriendo otras montañas al Perú?

Sí, hemos ido recorriendo algunas otras montañas en Cuzco, también en Bolivia.

¿Era un único viaje o teníais pensado seguir en más países de la región?

Hacía ya más de medio año que viajábamos, no teníamos mucho plan, simplemente ir fluyendo. La idea era seguir en el Ecuador, Colombia. En otra oportunidad será.

¿Crees que hubo alguna cosa que se podría haber hecho para tus amigos?

Los equipos de rescate de la zona donde estuvimos, que era muy remota, tienen un acceso muy complicado. No obstante, hicieron grandes esfuerzos, me gustaría agradecérselo mucho.

Pero sí que me gustaría decir que Huaraz es una de las capitales mundiales del montañismo, y cuando solicité ayuda, pedí un helicóptero, porque era imposible moverlos. Si estuvieran con vida, por las heridas que tenían, hacía falta un helicóptero de auxilio, pero resulta que no hay un helicóptero en esta zona.

Yo sé que los presupuestos son limitados, que se invierte en aquello que se considera primordial, pero siendo esta una maravilla del mundo como es la Cordillera Blanca de Huaraz, y sabiendo que aquí llegarán turistas de todo el mundo, habrá más accidentes.

Con un helicóptero más de la mitad del equipo se podría haber salvado.

¿Cómo se reaccionó ante tu llamada de auxilio?

Yo solicité ayuda antes de las 2 del mediodía. Me recibió a un guía que estaba en la carretera, y él activó la alarma. A las seis de la tarde estaban llegando los primeros efectivos a la carretera.

Yo estuve tres horas brindando primeros auxilios a mis compañeros. Los accidentes pasan. No quiero echar la culpa a nadie, pero creo que hay que tener en cuenta que es necesario tener un helicóptero de rescate para poder evitar nuevas desgracias.

¿Cuándo piensas volver a Barcelona?

Tan pronto como esté en condiciones de volar, cogeré un vuelo a Barcelona para estar con la familia, para recuperarme. De aquí ya veré el futuro, que tampoco es que me preocupe mucho ahora.

¿Cómo recordarás a tus amigos?

Seguiré yendo a la montaña y seguiré llevándolos conmigo donde vaya.