Catalunya ha acogido desde principios de octubre a 1.955 migrantes adultos y 33 menores procedentes de Canarias, durante un mes que está dejando cifras sin precedentes en la ruta migratoria canaria, a través de la cual han llegado en pateras y cayucos más de 13.000 personas. Según ha adelantado El Periódico este viernes y han confirmado fuentes de la Generalitat, el Ministerio de Inclusión y Migraciones ha trasladado a territorio catalán este total de 1.988 migrantes que habían llegado a las Islas, una medida que comporta la transferencia de 1,8 millones por parte del ministerio español hacia Catalunya para poder atenderlos.
🟡¿Dónde van a parar los 13.000 migrantes que han llegado a Canarias en cayucos en los últimos días?
🔴¿Por qué se dispara la llegada de pateras a Canarias?
El gobierno canario señala que el archipiélago está "más que saturado" por el mayor pico de llegada de migrantes en pateras y piraguas desde la crisis de las pateras de 2006. "No damos abasto. Centro que abrimos y en una hora lo tenemos lleno", advirtió la consejera de Bienestar Social canaria, Candelaria Delgado, por lo que el Gobierno ha acelerado el traslado a la Península de los inmigrantes para descongestionar los centros de primer acogimiento del archipiélago. Se trata de un protocolo que deriva a los migrantes según su vulnerabilidad a las plazas disponibles en toda la red de atención humanitaria del Estado y que, según manifestó hace unos días el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, "está funcionando razonablemente bien".
Drets Socials apuesta por un reparto "justo y equitativo"
La Conselleria de Drets Socials de la Generalitat, encabezada por Cales Campuzano, remarcó a principios de mes que apuesta por un reparto "justo y equitativo entre territorios, y, sobre todo, por la corresponsabilidad del Estado". También reiteró su compromiso con el acogimiento de los menores y la exigencia al Gobierno de mayor coordinación y "una financiación justa".
Entre 5.000 y 6.000 migrantes trasladados a la Península
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en funciones, José Luis Escrivá, ha cifrado en entre 5.000 y 6.000 los migrantes que han trasladado en las últimas semanas desde Canarias a la Península para descongestionar los centros de primer acogimiento del archipiélago ante las incesantes llegadas de piraguas a las islas. En declaraciones a los periodistas después de asistir al acto de presentación de los embajadores olímpicos de los centros de refugiados, el ministro subrayó este jueves que en estos momentos hay 13.000 migrantes en la red de acogimiento estatal: 6.000 en las islas y 7.000 en la Península, aunque "no todos vienen de Canarias", precisó.
Ubicaciones temporales en centros regulares y también improvisados
"Tenemos una gestión integral, es decir, tenemos toda una red de centros de acogida, algunos contingentes y, según las situaciones, vamos viendo dónde está la mejor ubicación, también en función de los perfiles de las personas que van llegando", ha contado Escrivá. Entre los emplazamientos que ya están acondicionándose para este acogimiento, el ministro ha confirmado el cuartel General Arteaga, en el madrileño barrio de Carabanchel, y un cuartel sin uso militar en Alcalá de Henares (Madrid), y se montarán campamentos temporales en un antiguo hospital militar en Cartagena (Murcia) y en Sevilla.
Por ejemplo, 240 migrantes trasladados al municipio malagueño de Torrox han sido alojados en el hotel Urban Beach, actualmente cerrado al público después del fin de la temporada de verano, mientras que 150 derivados a Medina del Campo (Valladolid) están instalados en el balneario del Palacio de las Salinas, que está cerrado por reformas. Fuentes del departamento que dirige José Luis Escrivá remarcan que en muchos casos son estancias puntuales, muy cortas, mientras se decide cuál es el destino final de estas personas. Si no cumplen con las condiciones para ser devueltos a sus países, pueden registrarse en la red de atención, y el Ministerio determina su reparto y costea su acogimiento en centros.
Reproches, xenofobia, oportunismo y debate
El pico de llegada de migrantes este mes a Canarias ha suscitado críticas cruzadas entre el Gobierno en funciones y la oposición del PP, entre reproches por la gestión de la crisis y acusaciones de xenofobia. El gobierno de Pedro Sánchez no proporciona ni las cifras ni el destino de estos traslados, que han generado malestar en ayuntamientos y comunidades gobernadas por el PP, que acusan al Ejecutivo de no informarlos con suficiente antelación de las derivaciones. El PP, muy crítico, ha pedido la comparecencia de los ministros Marlaska y Belarra en el Senado. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha criticado que el gobierno del Estado trata como "fardos" a los migrantes, a los que "va dejando por la Península" y el presidente andaluz, Juanma Moreno, ha manifestado este miércoles que el Gobierno de España tiene que abordar el traslado de los inmigrantes de una comunidad autónoma a otra "de manera coordinada" e informando "previamente" a estos territorios.
Escrivá ha remarcado que el acogimiento de las personas migrantes que llegan a Canarias tiene una "dimensión mucho menor" que la que el Gobierno prestó a los refugiados ucranianos, ya que en esa ocasión se concedió protección temporal (permiso de trabajo y residencia) a 200.000 personas. "Lo que ha sucedido esta vez es que, desafortunadamente, se está intentando hacer un uso xenófobo y político oportunista de este asunto", ha opinado el ministro, que ha insistido en que "se está haciendo una amplificación artificial de algo que es relativamente manejable y natural". Escrivá ha reprochado las críticas vertidas por varios ayuntamientos y gobiernos autonómicos del PP sobre la falta de información de los traslados de migrantes a la Península y ha calificado de "xenofobia" algunos de los comentarios realizados por dirigentes populares. "España es un país que hace años que gestiona crisis, porque tenemos la geografía que tenemos, con una solvencia y naturalidad notable. Somos una referencia internacional y esta vez es igual que todas y lo estamos haciendo con mucha tranquilidad", ha dicho Escrivá, que ha recalcado la "utilización oportunista de episodios como este para exacerbar instintos xenófobos".