Catalunya, en emergencia por sequía. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha comparecido este jueves para anunciar que todo el sistema Ter-Llobregat entra en la fase de emergencia, ante la grave situación que vive el país. Los embalses que abastecen esta región, en la cual viven unos seis millones de habitantes en 202 municipios, se encuentran actualmente por debajo de los 100 hm³ (un 16% de su capacidad), por lo que el cambio de fase ha sido inevitable, según indica el Plan Especial de Sequía. "Catalunya está sufriendo la peor sequía del último siglo", ha admitido Aragonès. "Nunca habíamos sufrido una sequía tan larga y de tanta intensidad. En 40 meses, el nivel de lluvias ha estado extremadamente reducido, y muchas semanas no ha llovido nada". La entrada en emergencia se hará efectiva este viernes, cuando se publique en el DOGC.
Aragonès ha querido resaltar y aplaudir el esfuerzo de la ciudadanía, que "ha entendido que estamos en una situación excepcional". En este sentido, ha querido destacar el ahorro que se ha hecho de forma individual en las casas, así como aquel que ha tenido lugar en el sector industrial y agrícola haciendo un uso "más eficiente" del agua. Por otra parte, ha señalado que la Generalitat también "ha estado actuando todo este tiempo", primero activando el Plan Especial de Sequía en septiembre del 2021 y teniendo previstas las medidas que se tenían que llevar a cabo. En segundo lugar, también "se han acelerado las inversiones" para obtener más agua de las desalinizadoras y la regeneración, y operado de forma conjunta con los ayuntamientos "para mejorar la red de abastecimiento de agua". Eso ha permitido reducir el vaciado de los embalses y retrasar la entrada en emergencia, ya que si no se hubiera hecho nada "haría 15 meses que estaríamos en esta situación".
Ante esta situación crítica, Aragonès ha asegurado que Catalunya "intensificará" su colaboración con el Estado, a fin de que el Gobierno pueda ayudar en todo lo que sea posible. También se ha trasladado a la Comisión Europea la necesidad de que desde el punto de vista financiero y normativo esté "la flexibilidad necesaria" para que el país pueda hacer frente a la sequía. Precisamente, el presidente estuvo en Bruselas este miércoles para abordar cuestiones a nivel europeo.
Reunión con la vicepresidenta Ribera el lunes
En la línea de intensificar los contactos con el Estado para luchar contra la sequía, el conseller de Acció Climàtica, David Mascort, ha destacado que el lunes mantendrá una reunión en Barcelona con la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera. Encima de la mesa, uno de los temas que habrá será la posibilidad que Catalunya tenga que disponer de barcos para poder transportar agua, en el caso de que se necesiten estos recursos hídricos adicionales. Mascort ha señalado que lo más complicado es "encontrar barcos" y que, en todo caso, se trataría de una "solución de emergencia". También durante su intervención, el titular de Acció Climàtica ha hecho énfasis en que tienen claro la "hoja de ruta" a seguir y se ha mostrado "esperanzado" con el futuro a medio plazo, ya que prevé que entre 2027 y 2030 se puedan generar hasta 160 hm³ con las desalinizadoras.
El mapa y las restricciones
La entrada a la emergencia por sequía afecta a más de seis millones de catalanes, la mayoría situados en el área de Barcelona y los alrededores, que dependen del sistema Ter-Llobregat. En total, son 202 municipios de 14 comarcas. Hay otras regiones catalanas que ya se encuentran en emergencia, mientras que la franja oeste del país —que se nutre del Ebro— es administrada por el Gobierno. Puedes consultar en este mapa en qué fase está cada municipio y cómo te afecta:
El cambio de fase también implica nuevas restricciones en el uso del agua (que pueden encontrarse aquí). La principal novedad de la entrada en emergencia es el límite de 200 litros de consumo de agua por habitante y día por término medio por municipio, 10 litros menos del umbral que existía durante la fase de preemergencia. Se prohíbe el uso de agua para el riego de jardines y zonas verdes, sean públicos o privados. Además, se mantiene la prohibición de llenar fuentes ornamentales y lagos artificiales, si bien se permiten llenar las balsas que sirven de refugio de fauna en peligro de extinción y de fauna destinada a la recuperación de las especies autóctonas.
En el marco de las piscinas, si bien hasta ahora la emergencia no preveía llenarlas, se ha modificado ligeramente el texto. Así, se pueden rellenar parcialmente las piscinas cubiertas y públicas inscritas en el censo de equipamientos deportivos, y de las piscinas descubiertas de uso durante todo el año para la práctica deportiva federada. También hay una flexibilización de la normativa con respecto al riego de los campos de deporte federados, que siempre tiene que ser con agua freática o regenerada, pero que no implica tener que cerrar las duchas para compensar el agua perdida. Y en actos lúdicos, públicos o privados, no se permite utilizar agua, de manera que ya no habrá fiestas de espuma o pistas de hielo temporales.
Hay que tener en cuenta que, dentro de la emergencia, hay tres fases diferenciadas (I, II y III) que implican intensificar las restricciones según la crisis de la sequía empeore. La emergencia I se ha declarado cuando las reservas de los embalses han bajado de los 100 hm³ (16,3% de capacidad), la emergencia II se declarará cuando bajen de los 67 hm³ (10,95% de capacidad), y la emergencia III se declarará cuando bajen de los 44 hm³ (5,4% de capacidad)