El cambio climático no toca techo, y las altas temperaturas serán cada vez más frecuentes, sobre todo en épocas estivales. Catalunya, en solo 25 años, podría llegar a sufrir veranos con temperaturas cerca de los 45 grados de manera habitual. Así lo pronostica la Agencia Estatal de Meteorología, que también indica que en el estado español las temperaturas pueden subir hasta los 50 grados. La AEMET, también estima que, a finales de siglo, las temperaturas ya habrán subido entre 3 y 4 grados en todo el territorio durante todo el año. La Agencia alerta que las temperaturas elevadas de este verano se convertirán en comunes a partir de ahora.
De hecho, el mes de julio de 2022 ha batido el récord de 2015 y se ha convertido en el más cálido que se había registrado en España hasta entonces, con una temperatura media de 26,6º C, superior a cualquier dato registrado desde 1961, cuando se empezaron a registrar los datos. La ola de calor causada en julio por la presencia de un anticiclón atlántico, que desplazó una masa de aire africano muy cálida sobre la península Ibérica y Baleares, parece la culpable de las temperaturas extremadamente altas en casi todo el país que elevaron la media de julio, mientras que en Canarias se produjeron dos olas de calor. Las previsiones del AEMET también alertan de que, en función de las emisiones de los gases de efecto invernadero, los días serán más o menos cálidos. Por lo tanto, un aumento de la contaminación hará que haga más calor.
Aumento de la temperatura media en verano
Según los datos que registra el AEMET, a mediados de siglo, la temperatura media en verano aumentará entre 2°, y 2,5 °C por encima de las temperaturas actuales. Los registros de este verano ya marcan 2 grados superiores a la media. El año 2003, se registró el verano completo más cálido, y elevó la temperatura 1,8 °C por encima de la temperatura habitual. El mes de julio, el más caluroso desde que se tienen registros, provocó que se registraran temperaturas de hasta 5 °C sobre la temperatura normal en puntos de Galicia, centro y sur de Castilla y León, Comunidad de Madrid, Extremadura, oeste de Castilla-La Mancha y al interior de Andalucía y Pirineos, donde en general la anomalía llegó, a los 4 °C excepto estos puntos concretos. Las temperaturas máximas diarias quedaron en media 3,3 °C por encima del valor normal, mientras que las mínimas se situaron 2,2 °C por encima de la media, "resultando una oscilación térmica diaria 1,1 °C superior a la normal del mes", según ha explicado el AEMET.
En Catalunya a estas elevadas temperaturas también se le tiene que sumar la extrema sequía que se está viviendo. El Servicio Meteorológico de Catalunya, el Meteocat, ya alerta "de importantes déficits" de lluvia y dice que la sequía es "excepcional" en algunas zonas del territorio. El actual episodio de sequía sigue intensificándose, sobre todo en la mitad norte de Catalunya, donde se registran importantes déficits pluviométricos a corto, medio y largo plazo. Según el servicio, la sequía puede calificarse de excepcional en zonas del litoral y prelitoral central, va camino de serlo en el nordeste del país, y se intensifica en la Catalunya central, aunque la lluvia de la última semana ha permitido mejorar la situación a corto plazo. En el ámbito español, el pasado julio ha sido el noveno mes de julio más seco desde que hay datos y el más seco de los últimos quince años, con una precipitación media sobre la España peninsular de 8,6 milímetros, que representa el 49% del valor normal del mes en el periodo 1981-2010. Ha estado además el tercero menos lluvioso del siglo XXI, por detrás de los meses de julio de 2005 y 2007.