Catalunya tendrá unas 127 'stolpersteine' más este 2025. El Memorial Democràtic de la Generalitat de Catalunya las instalará entre febrero y diciembre estos adoquines en conmemoración a las víctimas del nazismo en 28 municipios catalanes, según ha informado este miércoles el Departament de Justícia. Se llegará así a los 678 adoquines de memoria en Catalunya, distribuidas en un total de 101 localidades. La primera remesa, una decena de piedras, se colocarán en l'Hospitalet de Llobregat este sábado 8 de febrero.
Para 22 de los 28 municipios que colocarán al menos una 'stolpersteine' este año será su primera piedra de memoria por las víctimas de los campos de concentración nazis, mientras que los seis restantes —Lleida, Tarragona, Terrassa, Olesa de Montserrat, Cubelles, Prats de Lluçanès o Reus— ya tienen. Los nuevos municipios que tendrán por primera vez son l’Albagés, Badalona, Biure, Borredà, Cercs, el Vendrell, Guixers, la Pobla de Cérvoles, la Pobla de Lillet, les Borges Blanques, Lladurs, Navès, Odèn, Olot, Sant Feliu de Guíxols, Sant Llorenç de Morunys, Santa Pau, Sitges, Solsona, Vidreres y el Vilosell. El Memorial Democràtic tiene habilitado un mapa en su web en el que se puede consultar dónde están todas las piedras instaladas.
Las 'stolpersteine', adoquines para tropezar en alemán, las ideó el artista alemán Gunter Demnig en los años noventa en memoria de las víctimas del nazismo: judíos, gitanos, homosexuales, testigos de Jehová y perseguidos políticos. Se trata de pequeños adoquines en forma de cubo de unos 10 centímetros por 10 centímetros y cubiertos con una hoja de latón en la cual están grabados los datos de la víctima: fecha de nacimiento, el campo de concentración al que fueron llevados y fecha de muerte en caso de que fueran asesinados allí o si, por contra, fueron liberados. Las piedras las hacen Demnig y su equipo de manera manual en un taller —para contrastar con el exterminio industrializado del nazismo—.
La primera, en 2015 en Navàs
En la actualidad hay alrededor de 82.000 adoquines de memoria repartidos por casi 2.000 municipios de más de una veintena de países. Los adoquines se emplazan ante la residencia donde nació la persona homenajeada o en el último lugar donde vivió en libertad. Si se desconocen los lugares se sitúan en un punto céntrico del municipio. La primera localidad catalana —y de toda la Península— en tener un adoquín de memoria fue Navàs (Bages), que en 2015 instaló cinco 'stolpersteine'. Uno de aquellos adoquines estuvo en recuerdo de Ramon Sala Besa, alcalde de la localidad de Esquerra Republicana durante la Guerra Civil que fue deportado en el campo de concentración de Mathausen (Austria) y asesinado en el próximo campo de Gusen en 1942.