Despreciados. Así es como se sienten los maestros y profesores catalanes después de que nadie los haya convocado a la reunión que tienen que mantener hoy los secretarios de estado de interior y de educación, José Antonio Nieto y Marcial Marín, con representantes de las familias guardias civiles que denunciaron la humillación de sus hijos por parte de 9 profesores de l'IES El Palau el día siguiente del 1-O.
Una representación de Comisiones Obreras ha trasladado al subdelegado del gobierno en Catalunya, Emilio Ablanedo su "malestar" por la convocatoria de una reunión en la cual no se los ha invitado. "Le hemos reprochado que los representantes del gobierno español sólo se encuentren con una parte, con la familias afectadas, y en cambio no se reúnan con la dirección del centro", ha explicado al portavoz de educación de CCOO Manel Pulido. Según el representante sindical, el subdelegado del gobierno español las ha estribillo que no tenía constancia que "la dirección el centro escolar no fuera a la reunión" y "que haría el posible para conseguir una nueva cita".
Pulido ha recriminado al gobierno español que no haya hecho nada "para rebajar los niveles de tensión" y le ha pedido "más declaraciones de apoyo a los trabajadores de la educación en Catalunya". En este sentido, le ha recordado que "los conflictos que se puedan producir en el centro educativo se tienen que resolver por la vía administrativa o a través del síndico" y que se tiene "que evitar" la judicialización de los conflictos escolares.
La reunión secreta
El encuentro entre los sindicatos y el subdelegado del gobierno estaba pactado de hace días y la casualidad ha hecho que coincidiera con la reunión entre las familias guardias civiles de Sant Andreu y los secretarios de Estado, uno reunión rodeada del máximo secretismo; nada que ver con el anuncio que se hizo hace una semana, cuando el ministerio del Interior hizo público a los cuatro vientos, que hoy martes enviaría a Catalunya a los secretarios de estado de interior y de educación para trasladar su apoyo a las familias afectadas. En aquel anuncio se dijo que la reunión sería en la delegación del gobierno a Catalunya y que se informaría debidamente. Hoy sin embargo, el mutismo impera en el edificio, ni hora ni lugar. Según fuentes del organismo el encuentro "se hará" pero de manera "discreta". A las diez y cuarto de la mañana, el delegado del gobierno español en Catalunya Enric Millo abandonaba el edificio de la calle Mallorca con el coche oficial, si lo hacía con destino a la reunión secreta o no, lo sabremos en las próximas horas.