No hay que retroceder mucho tiempo atrás para recuperar la historia del celador de Olot, nombre popular que adoptó el famoso caso de Joan Vila por los medios de comunicación, después de que asesinara a 11 ancianos de La Caritat, la residencia donde trabajaba en la capital de la Garrotxa, entre agosto del 2009 y octubre del 2010. La historia adoptó una resonancia importante debida a la elevada cantidad de víctimas que acumuló y, sobre todo, por como se explica que con un año y dos meses, nadie sospechara ni fuera capaz de descubrir las acciones premeditadas que Vila estaba llevando a cabo en el centro donde trabajaba, envenenando y acabando con la vida de 11 pacientes que tenía en sus manos.

"En Olot dicen que nunca pasa nada, pero que cuando pasa, abren noticiarios y portadas de diario". La farmacéutica de Olot, el caso de Pere Puig, el celador de Olot... Eso es lo que ha escuchado decir de los vecinos del municipio de la Garrotxa y que ahora, el periodista y escritor Matías Crowder (Argentina, 1973), recopila en el libro que acaba de publicar bajo el título de 'El celador de Olot' (Alrevés, Sin Ficción). Una serie de páginas que tienen como denominador común los más de 10.000 folios de la causa criminal del caso donde el autor recupera la información de testimonios, imágenes, vídeos, fechas y declaraciones del mismo Joan Vila, que se encuentra hoy cumpliendo condena en la prisión de Puig de les Basses (Figueres). "Cada vez que quería aclarar alguna cosa, todo se complicaba", afirma el autor, que asegura como con este relato nos podemos acercar mucho a la verdad de los hechos ocurridos.

Joan Vila es considerado hoy en día el asesino en serie más prolífico del siglo XXI

Matías Crowder acaba de publicar 'El celador de Olot'

Rosa, Francisca, Teresa, Isidra, Carme, Lluís, Joan, Montserrat, Sabina, Monserrat y Paquita; las 11 víctimas

El libro pretende ser un homenaje a todas ellas, a las 11 víctimas que murieron envenenadas por las manos del celador, que afirmaba querer acabar con su sufrimiento; tres de ellas murieron por ingestión de lejía -las tres últimas- y el resto, por sobredosis de insulina, antidepresivos y sedantes, medicamentos que el celador conocía de primera mano por el trabajo que desarrollaba en el centro y porque algunos de estos, se los tomaba por la depresión que también sufría.

¿Sin embargo, se podrían haber evitado las 11 muertes? "Después de consultarlo con 20 médicos diferentes relacionados todos ellos con el tratamiento de personas de la tercera edad, todos me comentaban que es muy complejo en personas con tantas patologías, acabar determinando las causas de la muerte, sobre todo cuando esta se da a través de pastillas o de insulina, porque la mayoría ya tomaban 7 o más medicamentos al día", apunta al autor, que reconoce que esta, es la primera pregunta que se hizo y que suscita hacerse cualquiera al conocer el caso. "En Catalunya y en el resto del estado, es un hecho habitual que los médicos certifiquen las muertes sin haber visto el cuerpo cuando se trata de personas de más de 90 años," apunta Crowder, justificando así a la pregunta de cómo puede ser que ningún médico o profesional sanitario esté imputado por la causa o se diera cuenta de que aquellas personas habían sido envenenadas y no habían sido muertos naturales.

Los motivos que llevan a Vila a acabar con las 11 vidas

¿Pero, por qué asesina a estos ancianos, Joan Vila? ¿Qué lo lleva a cometer estos crímenes? "Desde muy pequeño, que el celador se forma con una personalidad muy reprimida, es una mujer en un cuerpo de hombre, un homosexual en la Catalunya interior de aquel tiempo, donde no estaba nada bien visto y, encima, sufre bullying en la escuela", relata Crowder, que explica como con el tiempo, se va suprimiendo a él mismo, y a través de esta supresión, crea una otra personalidad, otro Vila que es el malvado, "el que le dará el poder y con el que obtendrá el gozo". El autor asegura que existe un puente muy estrecho entre los dos Vilas, "entre el fuerte, que se quiere sobreponer al Vila más débil y hacerse por completo con su persona".

"El celador no sufre ni ha sufrido nunca una enfermedad mental", asegura la sentencia

Joan Vila en La Caritat, momentos antes de asesinar a Paquita Gironés / Foto: Wikipedia

Con Paquita Gironés, la última víctima de Vila en octubre de 2010, Crowder inicia el relato que, a la vez, también le sirve para poner el punto y final del libro. "Este es el caso que levantó más alarmas, porque la mujer sufrió una larga agonía después de que Vila le hiciera tomar lejía". A Gironés los médicos no le certifican la muerte por causas naturales al examinarla. Le detectan quemaduras en la boca y en el esófago, lo que lleva a los investigadores a un interrogatorio en el cual Vila, acaba reconociendo la autoría de los hechos y también del resto de víctimas. Es en este punto cuando, psicólogos y psiquiatras, lo examinan y lo entrevistan en repetidas ocasiones, en algún caso incluso con sesiones de hasta 10 horas seguidas. Un hecho que no sirve de nada, ya que Vila no es diagnosticado de ninguna enfermedad, solo de depresión y murmuraciones que escuchaba dentro de su propia cabeza.

El 21 de junio de 2013, la Audiencia Provincial de Girona, a través de un jurado popular, sentenció a Joan Vila a una pena de 127 años y medio de prisión. Desde que el celador entró en la prisión, solo ha sido entrevistado en una ocasión por la periodista de sucesos Tura Soler en el 2012, quien lo conocía de la zona por amigos en común. "Ha sido imposible acceder a entrevistarlo, a pesar de las cartas que le he enviado y las veces que he ido a la prisión", lamenta el autor de la obra, que reconoce y asegura que tampoco habría servido de nada porque "es un mentiroso compulsivo y, según me consta, se ríe de las cartas que le he enviado".

Lo importante era explicar la vida de las víctimas, las grandes desconocidas de la historia

A pesar de ser consciente de que este es un libro que no gustará a las familias de las once víctimas de La Caritat, Crowder invita al lector a descubrir sus vidas y a profundizar con la figura de Joan Vila. "Hay mucho material que no ha sido explicado hasta ahora, como las imágenes en las cuales tuve acceso de las exhumaciones de las víctimas, donde se ve claramente cómo algunas fueron envenenadas por la mancha negra que rodea la boca y se expande por el cuerpo. Son terribles, algunas víctimas parece que lleven máscaras". Unas imágenes que no incluye en el libro, pero que el autor pudo ver al repasar el sumario.

Escucha el podcast de la editorial Alrevés dónde tratan la figura de Joan Villa y sus 11 crímenes cometidos

¿Dónde se encuentra y qué en estos momentos el celador de Olot?

"En estos momentos, Joan Vila se encuentra cerrado en la prisión de Puig de les Basses, en Figueres, donde se encarga de la lavandería", apunta al autor. Según parece, "vive en un mundo de fantasía donde piensa que saldrá de aquí poco y podrá volver a vivir con sus padres", pero la realidad es que Vila no saldrá hasta que cumpla los 86 años de edad. "Después, tendrá que ser sometido a una institución psiquiátrica porque es impensable que un asesino de esta magnitud quede en libertad". Joan Vila pasará el resto de su vida cerrado a prisión.

Con 'El celador de Olot', Matías Crowder pretende homenajear a las 11 víctimas y hacer una crítica hacia la sociedad, detalla el autor, que concluye como "un asesino en serie es producto de la sociedad y un claro testigo de ella".