El cerebro del grupo yihadista que el 17 de agosto de 2017 atentó en la Rambla de Barcelona y en Cambrils, Abdelbaki es Satty, fue confidente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) hasta el momento del ataque que asesinó a 16 personas.
Según esta información exclusiva, publicada por el diario Público, el CNI sabía que un grupo terrorista de Ripoll estaba preparando un atentado. El citado medio ha tenido acceso a información que prueba esta relación entre el CNI y el cerebro del atentado y asegura que durante los próximos días publicará nuevas pruebas sobre el 17-A.
El centro de inteligencia se comunicaba con es Satty, el imán de Ripoll, mediante el sistema indetectable de comunicación conocido como buzón muerto, que consiste en escribir borradores de correo electrónico sin llegar a enviarlos. Las dos personas que se quieren comunicar sin ser detectadas entran en el mismo buzón y hablan sin que la información circule por la red. Según recuerda Público, este sistema de comunicación lo inventó Bin Laden.
El diario ha descubierto las capturas de pantalla de esta cuenta secreta de Gmail que se utilizaba para las comunicaciones entre el imán y el CNI: adamperez27177@gmail.com. Toda la información que se ha conocido este martes surge de un año de investigación en que el diario ha reunido fuentes de inteligencia, documentos confidenciales y datos extraídos sobre las investigaciones sobre los atentados.
El correo que corresponde al usuario adamperez27177@gmail.com estuvo activo hasta, como mínimo, dos meses antes del atentado. El último mensaje que hay en este buzón muerto es del 19 de junio de 2017, momento en el que ya se estaban fabricando las bombas que se querían usar para el ataque. Las claves para acceder a este buzón se encontraron en el chalet de Alcanar que explotó el día antes del atentado de la Rambla.
Los informes reservados que los informadores del CNI han aportado a los investigadores del caso, demuestran que la célula de Ripoll estaba controlada por el CNI. Estos documentos prueban que la inteligencia española escuchaba sus conversaciones y seguía sus movimientos. De la misma manera, el CNI era consciente de los viajes de los jóvenes de Ripoll a Alcanar y sabía de la existencia del chalet donde se fabricaban explosivos.
Es más, Público afirma que los servicios secretos españoles controlaron a los terroristas hasta el mismo día de los atentados y que el nombre de es Satty se borró del fichero de fuentes del CNI el día siguiente de los atentados.
El CNI controlaba los viajes de los terroristas
Los informes reservados que el CNI ha aportado al equipo de investigadores de los atentados, especifican detalladamente los viajes que los terroristas hacían medio año antes de atentar en la Rambla. La inteligencia tenía conocimiento del viaje de Hichamy y Aalla a Suiza y Alemania (Basilea, Freiburg im Breisgau y Zurich) del 18 al 20 de diciembre de 2016, y también el de Abouyaaqoub, Aalla e Hichamy a Francia y Bélgica (París y Bruselas) los días 25 a 28 de este mismo mes. Este último viaje se realizó con el mismo Audi A-3 (matrícula 9676BHF) que después utilizaron en el atentado de Cambrils.
El CNI, indica el diario, siguió los movimientos, a través de cuatro países, de los tres jóvenes que fabricaban explosivos en Alcanar, no solo controlaban sus itinerarios, incluso conocían sus planes previamente. Eso lo hacían gracias a que escuchaban sus conversaciones.