El pleno del Ayuntamiento de Cervera ha aprobado este martes declarar persona 'non grata' al obispo de Solsona, Xavier Novell, por haber afirmado que la homosexualidad puede estar relacionada con una figura paterna ausente y desviada y no haber rectificado.
La moción la ha presentado la alcaldesa de Cervera, Ramon Royes, del PDeCAT, y ha contado con los votos a favor de tres concejales del PDeCAT, uno de la CUP y un concejal no adscrito. Dos concejales de ERC han votado en contra y seis ediles se han abstenido.
Royes ha detallado qué Novell no será invitado a actos del Ayuntamiento, y que los ediles no asistirán a acontecimientos que promueva el obispo, como sí que hacía hasta ahora por cortesía.
Además, desde el consistorio aseguran que la moción representa una "sacudida pública desde la modestia del Ayuntamiento hacia un discurso que no tiene sentido en el siglo XXI". En este sentido, Royes ha declarado al programa El Matí de Catalunya ràdio, que "no se ha retirado la moción porque el obispo Novell no ha rectificado sus palabras" y que desde que había presentado la moción había recibido mensajes y presiones amenazantes para retirarla.
Royes también se ha mostrado sorprendido con el voto en contra de ERC a la moción y ha afirmado que "es complicado defender la posición de ERC que hacían referencia a que el obispo Novell no hizo ninguna declaración ilegal".
La moción presentada por el alcalde de Cervera considera las declaraciones de Novell de "homófobas, anacrónicas y que vulneran los derechos y libertades de las personas", e insta al Parlamento a aprobar la misma propuesta.
El PDeCAT se desmarca
El PDeCAT se ha desmarcado hoy de la moción impulsada por el alcalde de Cervera para declarar persona 'non grata' al obispo de Solsona por sus afirmaciones.
En un comunicado, destacan que declarar persona 'non grata' a Novell responde "a una iniciativa propia del municipi y en ningún caso responde a una decisión o directriz del PDeCAT".
Pese a todo, el partido asegura no compartir y rechazar la opiniones de Novell que, tras la aprobación de la moción, no será invitado a actos del Ayuntamiento, y los ediles no acudirán a eventos que promueva el obispo, como sí hacían hasta ahora por cortesía.