La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha declarado la excepcionalidad por sequía en la unidad del Baix Ebre, que comprende desde Mequinensa al delta del Ebre. La declaración plantea una reducción de las concesiones de riego, que ya están al 50%. Sin embargo, todo se tendrá que concretar en la próxima comisión de desembalse. Lo que se sabe es que el sistema de embalses de Mequinensa y Riba-roja se encuentra al 58% de capacidad con 1.008 hm³, un "bajo volumen" que no se había registrado en toda la serie histórica desde la construcción de los dos pantanos en un mes de abril. La situación se agrava porque, además, las aportaciones "están siendo muy reducidas".
Es así como la CHE se plantea reducir las concesiones del riego y estima que las pérdidas del cultivo del arroz en el delta del Ebre tendrán un coste de 70 millones de euros. Con respecto a la reducción de moluscos de las bahías del Delta, también se prevé una reducción del 30% porque no llegará bastante agua dulce. En este contexto, el Govern ha insistido en que hay que garantizar los caudales ecológicos de los canales en los 20 m³/s, para llegar a los campos de arroz y para su uso ambiental tanto a las bahías como a las lagunas. El Departament de Acció Climàtica ha constituido esta semana las dos mesas de seguimiento de Plan integral de gestión del agua dulce del delta del Ebre (Pigade) — incluido en la Estratègia Delta.
En marcha las mesas del Pigade
Así pues, se han puesto en marcha las mesas del Pigade — donde se quiere recoger "experiencia, conocimientos y puntos de vista" de los diferentes actores del delta del Ebre para "materializar las actuaciones previstas en el plan" y coordinar el uso ambiental de los caudales. El director territorial, Jesús Gómez, ha reivindicado que "el agua que inunda los campos de arroz afecta a la pervivencia de toda la fauna asociada" y que "da riqueza y equilibrio ecológico a los frágiles ecosistemas acuáticos" de la bahía del Fangar y los Alfacs.
Las mesas de seguimiento del Pigade están integradas por las comunidades de regantes, representantes de los cazadores, Prodelta, Fepromodel, Confraria de Sant Pere, sindicatos agrarios, Unió de Pagesos y JARC, el parque natural del Delta del Ebre y la fundación SEO Birdlife, en representación de las entidades conservacionistas. De entrada, han creado una herramienta efectiva de información de caudales disponibles para uso ambiental en el delta — que coordinará el parque natural. Las reuniones se harán cada mes. Entonces, el Pigade prevé una inversión de 36,7 millones para la gestión integral del agua dulce del Delta. El plan se añade a las acciones de la Estratègia Delta relacionadas con la gestión de los sedimentos, la estabilización del frontal deltaico y la protección de la parte interior del Delta (116,7 millones de euros de inversión).
Las ayudas del Gobierno
Después de anunciarse las medidas de Pedro Sánchez contra la sequía, la ministra Teresa Ribera ha cerrado la puerta a la petición del Govern de cogestionar la cuenca del Ebre. Es así como la consellera de Acció Climàtica, Teresa Jordà, ha tildado de "insuficientes" las ayudas directas por valor de 784 millones de euros aprobadas por el Gobierno. "Creo que hay que ver la letra pequeña, pero a buen seguro que es insuficiente", ha explicado Jordà — que ha insistido en la necesidad de que las administraciones actúen con "mucha coordinación y mucho rigor" para superar la sequía.
En la misma línea se han manifestado desde Pimec, considerando que son "insuficientes vista la gravedad de la situación". Si bien la patronal catalana ha celebrado que se hayan impulsado ayudas directas a las empresas o la creación de infraestructuras para un uso eficiente de agua, ha lamentado que faltan "ayudas directas a los cerealistas y otros productores" que no podrán recoger ninguna cosecha — así como medidas de apoyo para actividades no agrarias afectadas por la falta de agua, como las del turismo o la industria.