Un equipo de investigadores liderados por el bioquímico inmunólogo barcelonés Miguel Reina de la Universitat de California, en San Diego, ha descubierto aspectos de las células inmunitarias que permitan mejorarlas para hacerlas más efectivas en la lucha contra el cáncer. La investigación, que se ha publicado esta semana en la revista 'Nature', parte de la capacidad del sistema inmunitario de recordar patógenos anteriores y detener posibles enfermedades, gracias a un fenómeno denominado memoria inmunitaria. Esta capacidad recae en unas células especializadas, los linfocitos T de memoria situadas cerca de órganos vitales como el intestino delgado o los pulmones, entre otros.

Defensa inmunitaria contra el cáncer

Los investigadores han estudiado cómo se pueden modificar estos linfocitos para utilizarlos como defensa inmunitaria contra el cáncer. Reina subraya que estas células son "sumamente eficaces" en el momento de proteger los tejidos del cuerpo, por lo cual, comprender sus estrategias de adaptación específica permitiría "diseñar mejores terapias inmunitarias".

"El sistema inmunitario es muy eficaz a la hora de hacer frente a patógenos e infecciones, pero tiene dificultades por|para combatir los tumores. Por eso, estamos buscando nuevas maneras de fortalecerlo", ha añadido el primer autor del estudio. El equipo cree que estas células "podrían ser la llave" de una "nueva era" en la innovación con respecto al sistema inmunitario, una cuestión "especialmente relevante" en la lucha contra los tumores resistentes.

La función de los linfocitos del intestino

Los autores exploraron la función de los linfocitos del intestino y vieron que tenían potenciada la maquinaria que produce las moléculas de colesterol. Si aumentaban la dieta rica en colesterol, los linfocitos dejaban de producir. Este descubrimiento los llevó a investigar una fase previa en la formación del colesterol, la producción de la coenzima Q, una molécula necesaria para alimentar las mitocondrias, es decir, las baterías de las células.

Se diseñó entonces un método para redirigir la capacidad de producción del colesterol de estas células T a producir más coenzima Q. "Ayudamos así los linfocitos T a mantener las mitocondrias completamente cargadas de energía para que puedan combatir mejor los tumores".