"No puedo vivir con esta angustia". Higini Cierco, unos de los accionistas mayoritarios de la Banca Privada de Andorra, ha estado 27 meses guardando el secreto de una extorsión clave en la operación Catalunya.
Higini Cierco, unos de los máximos accionistas de BPA, no denunció nada por miedo. Así lo explicó a la Jueza de Andorra que investiga las comisiones que habrían cobrado los inversores de la Banca Privada de Andorra y así se extrae de su declaración a la que ha tenido acceso El Nacional. Lo extorsionaron y amenazaron y meses después se destapó todo el caso de la familia Pujol y empezó la investigación de la fortuna familiar a partir de la deja del abuelo Florenci que el mismo Jordi Pujol confiesa públicamente cuando se siente acosado.
Los informes de la UDEF contra Artur Mas y Xavier Trias, las informaciones reservadas contra Oriol Junqueras y la operación contra toda la familia Pujol, que se han aguantado siempre de un hilo, toman otra dimensión ahora con la declaración de Higini Cierco que destapa lo que todo el mundo se olía que se estaba cociendo en las cloacas del Estado español.
Con la complicidad del diario El Mundo se ha ido tejiendo una historia de corrupción catalana. Algunas investigaciones tienen fundamento y presuntos delitos que están en vías de juicio. Pero otras no. La declaración de Cierco deja al descubierto una operación para sacar los trapos sucios y presuntas irregularidades económicas de los principales responsables políticos del país en pleno proceso hacia la independencia.
La conspiración que destapa la fortuna escondida en Andorra de los Pujol, junto con el escándalo del jefe de la oficina Antifraude de Catalunya, es sólo la muestra de cómo han podido actuar los hombres de Jorge Fernández Díaz a las órdenes del Ministro y del mismo presidente del gobierno español Mariano Rajoy.
La pauta que sigue la conspiración y los personajes es como un guion de película que reconstruimos a partir de la declaración a la Jueza de Andorra de Higini Cierco.
Para seguir la historia, sin embargo, hace falta saber quién son los personajes y qué papel juegan:
Quién es quién
Higini Cierco. Uno de los máximos accionistas de la Banca Privada de Andorra (BPA) y Banco Madrid. Extorsionado.
Joan Pau Miquel. Consejero delegado de la Banca Privada de Andorra (BPA). Extorsionado.
Rosa Castellón. Secretaría del Consejo de Administración de BPA. Extorsionada.
Celestino Barroso. Agregado de Interior en la Embajada de Andorra la Vieja. Extorquidor.
Marcelino Martín Blas. Ninguno de Asuntos Internos de la Policía Española. Extorquidor.
Bonifacio Díaz, alías "Boni". Ex agregado de Interior en la Embajada de Andorra la Vieja. Extorquidor.
Josep Maria Fuster Fabra. Abogado. Representante de policías. Amigo íntimo de Higini Cierco.
La conspiración
Mayo del 2014. Higini Cierco recibe la llamada de Celestino Barroso. Es una llamada intrigante. Nada normal. Lo cita fuera de la oficina, sin dar ninguna explicación más. El encuentro todavía es más desconcertante.
Mientras tanto, el marido de la secretaria del Consejo de Administración de BPA, que no tiene nada que ver ni con el banco ni con el caso, recibe otra llamada. Una llamada todavía más rocambolesca, que cita a Rosa Castellón en un bar.
La maquinaria ya está en marcha. Se prepara el primer encuentro del policía Bonifacio Díaz "Boni", que había sido destinado a la Embajada de Andorra, con el responsable de BPA y se le informa de quién será su contacto en Madrid: Félix.
Joan Pau Miquel viaja a Madrid. Ha quedado con Félix en el hotel Villa Magna de la Plaza Colón.
Marcelino Martín Blas, trabaja a las órdenes del Ministro de Interior Jorge Fernandez Diaz y tiene instrucciones muchos claras. Quiere: documentos privados e incriminatorios de Artur Mas, Oriol Junqueras y Jordi Pujol.
Y los resultados de las presiones se ven semanas después en la portada de El Mundo.
Y unas semanas más tarde. El 26 de julio del 2014, sólo dos meses después de que empezara la persecución a los responsables del BPA, Jordi Pujol Soley hace pública la fortuna familiar no regularizada en Andorra.
Espiados durante meses
Higini Cierco y la cúpula del BPA estuvieron bajo la lupa de los espías del gobierno español durante semanas.
Hay informes de ellos con fotografías y movimientos detallados.
Espías a la boda
Ni en su vida privada pudieron esquivar la presión del Estado español.
Higini Cierco estuvo "acompañado" en todo momento de dos de los policías que lo espiaban y coaccionaban durante la boda de un amigo. Dos horas de asedio durante el aperitivo y dos más en la mesa comiendo. Los pudo esquivar a la hora del baile...
El papel de Fuster Fabra
El abogado que representa en numerosas ocasiones a agentes de los Mossos d'Esquadra, Josep Maria Fuster Fabra, y que tiene un estrecho vínculo con la policía, es también amigo personal de Higini Cierco. Cierco le pregunta qué puede hacer ante las amenazas, y lejos de decirle que denunciara los hechos, le aconseja ceder.
La investigación judicial
La declaración de Higini Cierco ha provocado que se abra una pieza nueva y que se investiguen directamente las amenazas. Lo hará la misma Jueza de Andorra que escuchó la confesión.
El abogado de la familia Pujol en Andorra ya ha anunciado que pedirá la imputación de los espías de Fernández Diaz, Celestino Barroso y Bonifacio Díaz, alías "Boni".
Pero, de momento, en España nadie ha movido ficha. Los abogados de Jordi Pujol lo están estudiando todavía. El objetivo es hacer retroceder todo el caso. Que las pruebas que se han aconseguit ilegalmente, por medio de la instrucción, queden invalidadas y el caso de la deja del abuelo Florenci, en nada.