338 es la cifra del número de quioscos de prensa que había repartidos a lo largo de toda la ciudad de Barcelona, según el último registro del Ayuntamiento, el año 2017. El barrio que acumula más es el Eixample, con 104, y el que menos Les Corts, con 16. Las cifras de ventas ayudan a comprender el cierre de estos, y es que a nivel estatal, desde 2007, la difusión diaria de los seis principales diarios españoles se ha hundido bajo mínimos. De los 1,5 millones de ejemplares que se vendían en 2007, se ha pasado a los 451.148 en 2019. Unos ingresos que en este periodo disminuyeron un 70%, de los 1.300 millones de euros a los 541.
Una profesión, la del quiosquero, que está a la baja debido al uso de las nuevas tecnologías que permiten conectarse a Internet y disponer de la información de forma abierta y gratuita. Sin embargo, ¿qué futuro les espera a los quioscos? ¿Acabarán cerrados y abandonados como lo están hoy en día las cabinas telefónicas? ¿Cómo afronta el día a día una quiosquera? ¿Llega con facilidad a fin de mes? Hablamos del oficio con una de las quiosqueras del Eixample barcelonés, Olimpia.
Hemos quedado a las 16.30 h delante del quiosco que tiene en los Jardines de Montserrat, justo en la boca de la parada de metro de Entença y, como un clavo, puntual, llega Olimpia (57 años). "La puntualidad para mí es fundamental. Abro cada día a las 4 de la madrugada, soy la que abro las calles, y cuando bajo, ya tengo la furgoneta aquí, esperándome". Olimpia me confiesa que cuando suena el despertador a las 3 y media "levantarse no es fácil, pero el cuerpo se acaba adaptando a la rutina, ya son 14 años".
Adquirieron el quiosco gracias a su marido, que lleva 40 años repartiendo diarios por toda Barcelona. "Decidimos comprarlo y empezar desde cero, no tenía ni idea", exclama la quiosquera. Desde entonces, ya esté lloviendo, nevando, o con un ambiente caluroso y bochornoso típico de los veranos en la ciudad, Olimpia abre 362 días al año sin falta, "el quiosco nunca ha fallado".
"El quiosco nunca ha fallado, pase lo que pase, siempre abre"
Los 6 primeros años Olimpia explica que estaba sola, abriendo a las 4 de la mañana y cerrando a las 8 de la tarde sin ninguna ayuda. Al principio, recuerda cómo se les formaban largas colas, "venían los suegros a ayudarnos a encartar los periodicos y tres personas atendiendo no dábamos abasto". Ahora, Olimpia nos habla desde la experiencia y asegura que regenta un negocio que le llena mucho. "Lo que más me gusta es el contacto con los clientes. Algunos se han convertido en amigos y amigas, nos preocupamos los unos por los otros, hablamos por WhatsApp e incluso quedamos para hacer el café". Por el contrario, lo que menos le gusta es "la falta de educación y de respeto. ¿Y los buenos días? ¿Y las buenas tardes? Llevo con mucho orgullo ser quiosquera y aquí nos servimos los unos a los otros".
¿Qué se puede encontrar en un quiosco?
Prensa, revistas, chicles, caramelos, muñecos para niños y niñas, películas pornográficas, souvernirs de Barcelona, del Barça y un largo etcétera, son los artículos o productos que se pueden ver en muchos quioscos. Sin embargo, ¿qué es lo que más vende Olimpia? "Un quiosco ahora vive de vender chicles y muñecos para los niños", asegura la quiosquera, que se muestra triste al recordar que antes vendía el doble de prensa de lo que vende hoy en día. "Las revistas se venden mucho y nunca fallarán. Ver unas fotografías o leer una entrevista en papel no tiene nada que ver que hacerlo en formato digital", dice Olimpia.
"Un quiosco ahora vive de vender chicles y muñecos para los niños"
La quiosquera detalla que cada quiosco es un mundo diferente, "no tiene nada que ver uno con otro. La venta principal del quiosco que teníamos en Calvet con Diagonal era la de revistas de moda, arquitectura... la prensa prácticamente no existía". ¡Al final puedes saber qué vota la gente!, le digo. "Aquí sí, claro, aquí sé cada uno cómo piensa, pero nos tenemos un respeto que prevalece por delante de todo, que es la imagen que tendría que ver la gente".
¿Son los quioscos una especie en peligro de extinción?
"Con mucha tristeza me duele decir que es una profesión que se perderá y es muy triste, porque un quiosco es de toda la vida". Olimpia nos explica que "llevar un quiosco es muy duro, es muy esclavo. No vale decir hoy abro a las 7 y mañana a las 8h, o no abro. No. Se tiene que ser constante, y si te gusta salir los viernes o los fines de semana, mejor no te dediques a ello".
"Es una profesión que está decayendo y nadie nos ayuda"
De hecho, los datos así lo avalan. Los resultados de los últimos índices OJD (Oficina de Justificación de la Difusión) denotan una clara disminución del número de ejemplares de diarios que se venden en formato papel. Un hecho evidente debido al auge de las nuevas tecnologías —mayoritariamente móviles—, y el hecho de que muchos medios ofrecen el contenido abierto y gratuito a sus lectores.
Olimpia se reafirma, y dice con contundencia que "hoy en día no sale a cuenta tener un quiosco. Antes sí, se ganaba bastante y vendíamos lo que queriamos y más, por eso llegamos a tener cuatro", recuerda la quiosquera, que ahora mantiene a un empleado en cada quiosco que la ayuda a sacar adelante el negocio.
Las cifras de los últimos registros que publica el Ayuntamiento muestran una disminución del número de quioscos de prensa. En 2013 Barcelona contaba con 395 quioscos, 57 más que en 2017. Unas cifras que, observando la tendencia anual, muestran una clara inclinación a la baja.
Reinventarse o morir
Una vía alternativa la ha adoptado Pablo con el negocio News&Coffee, un nuevo formato de quiosco situado en el paseo de Sant Joan de Barcelona. Tal como explica su propietario, "en News&Coffee se encuentran diarios de toda la vida, prensa extranjera como regla general, revistas y libros especializados y lo complementamos con el café". La apuesta fuerte del concepto son las revistas, especializadas en arquitectura, moda o fotografía, comenta Pablo. "News&Coffee es un nuevo formado de quiosco, una forma de recuperar y adaptar un modelo de negocio que lleva toda la vida con nosotros pero que no se ha sabido actualizar con el tiempo".
"No he hecho otro cosa que adaptar un quiosco a los tiempos actuales"
¿Y esta idea, de dónde nace? "Es una idea muy americana. ¿Quién no recuerda haber visto una película donde sale el típico empresario con el café y el diario en mano yendo a trabajar?". Tal como comenta Pablo, "no quise optar por tener sombreros mexicanos, bufandas del Barça, llaveros, souvenirs y tazas de Barcelona. News&Coffee es un quiosco renovado, visto que el modelo actual no tiene mucho futuro".
"El recibimiento por parte del público ha sido increíble"
El quiosquero explica que el wow, la sorpresa, la tiene ganada desde el minuto cero, "todo el mundo que nos ve se sorprende". ¿Y el futuro? "Espero que esta idea se pueda replicar y que, ojalá, News&Coffee sea esta nueva puerta de apertura para que un negocio que lleva toda la vida entre nosotros siga perdurando con el tiempo y así mis hijas puedan ver los quioscos como yo los he visto hasta ahora".