Clamor feminista en Barcelona por el 25-N, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. "La vergüenza y el miedo, para los agresores" es el lema de la manifestación de este año, organizada por Novembre Feminista y que este lunes por la tarde ha contado con centenares de personas por el centro de la capital catalana. La movilización ha empezado en el paseo de Gràcia con Diagonal, con la lectura del manifiesto y varios parlamentos. Después ha continuado hasta el paseo de Gràcia con Gran Via, como a final de recorrido. En este trayecto, las manifestantes han denunciado que las violencias machistas "no están hechos aislados", sino violencias estructurales que forman parte de un sistema opresor.
Marisa Fernández, miembro de Novembre Feminista, ha atendido los medios de comunicación justo antes del inicio de la manifestación y ha considerado que "pasan bastantes cosas para que las mujeres salgan a la calle". Así, ha mostrado su solidaridad con Gisèle (de quien ha evitado explícitamente mencionar el apellido), de quien ha dicho que "ha inspirado a todas las mujeres del mundo para que el miedo y la vergüenza cambien de bando". Dolores Pulido, portavoz del colectivo, ha añadido que la acción de este lunes tenía que bascular sobre dos ejes, a raíz del caso Pelicot: por una parte, la creación de un nuevo paradigma social en el cual los agresores oigan que aquello que hacen es inaceptable; de otra, reclamar "responsabilidad" a las administraciones. A ritmo de la batucada Dona Beat, la manifestación ha contado con dos zonas diferenciadas: una de exclusiva para mujeres cis, trans, hetero o lesbianas y personas de identidades disidentes; y otra de mixta, para todo el mundo que quisiera sumarse a la marcha.
El manifiesto de Novembre Feminista
En el manifiesto, Noviembre Feminista ha exigido políticas públicas integrales y protocolos accesibles que reconozcan la diversidad de las violencias machistas. Por otra parte, han pedido que las administraciones públicas y el sistema judicial incorporen una perspectiva de género y antidiscriminación "que asegure la prevención, investigación y reparación efectiva en casos de violencia machista". "Tienen que garantizar los derechos de todas las personas, independientemente de su condición, expresión, identidad u orientación afectiva y sexual", han apuntado. También han reclamado el reconocimiento de las trabajadoras del hogar y los cuidados dentro del régimen general de la Seguridad Social y su protección laboral, además de una educación afectiva-sexual obligatoria a lo largo de todas las etapas educativas, con formación continuada en perspectiva feminista para el profesorado y agentes educativos. "Este 25-N respondemos de manera colectiva a estas agresiones, sabiendo que solo juntas, diversas, vivas, libres y rebeldes podemos deshacer este círculo de violencia que nos oprime", han concluido.
Fernández ha reivindicado que hay que considerar las violencias como una cosa estructural y no individual, de manera que hay que hablar del "cóctel explosivo" que es el machismo y el poder. "No es suficiente con hacer leyes si no van acompañadas de una asignación presupuestaria y hay una voluntad política real de acabar con las violencias", ha dicho, antes de hacer referencia al aumento de denuncias de agresión sexual entre las mujeres jóvenes —cosa que atribuye al hecho que "las mujeres jóvenes están hartas, son más valientes, no tienen vergüenza, están más sensibilizadas y denuncian más"—. Finalmente, ha apostado por la regulación de los bulos en las redes sociales, y que "aunque cada vez hay más mujeres feministas, también está en auge la ultraderecha".