Casi 24 horas estuvieron los coches de la Guardia Civil aparcados delante de la Conselleria d'Economia. Los agentes que actuaban como policía judicial no buscaron aparcamiento, se pararon justo delante de la puerta cerrando el paso del lateral de bajada de la rambla Catalunya. Poco después quedaron enterrados por la multitud.
Por la mañana, sirvieron para que los fotógrafos se pudieran subir para captar imágenes, pero poco a poco acabaron siendo la diana de los que se manifestaban dando apoyo a los detenidos y clamando por los derechos, las libertades y la democracia.
En Economía los últimos policías estuvieron hasta las 4 de la madrugada y los recogieron con otros vehículos, porque los que llevaron por la mañana se acabaron marchando con grúa.
Pero no fueron los únicos en quedar maltrechos. Los coches de la Guardia Civil que estuvieron en otros registros también acabaron con toda la publicidad del referéndum por encima y bien pegada.