Buenas noticias para Jordi Roca después de años de sufrimiento. El responsable de la repostería del Celler de Can Roca, inmerso también en los proyectos Casa Cacao y Rocambolesc, ha recuperado la voz después de haberla perdido durante años como consecuencia de una disfonía. El menor de los hermanos Roca ha anunciado la noticia a través de un vídeo a su perfil de Instagram, donde sorprendentemente se le escucha hablar sin ningún tipo de problema. Incluso ha bromeado asegurando que le ha quedado "ve de locutor de radio a las dos de la mañana". En este vídeo ha recordado que perdió la voz hace siete u ocho años, aunque ha sufrido picos de voz, donde la voz ha ido marchando y volviendo, pero "cada vez estoy un poco mejor". Roca ha explicado que ha reaprendido a hablar sin necesidad de forzar, "cuesta mucho reanudar el hilo de la voz", ha explicado. A pesar de que, no descarta que "mañana no tenga esta voz".
Jordi Roca ha aprovechado el vídeo para agradecer tanto a familiares y amigos que lo han acompañado y le han dado apoyo durante todo este tiempo. "Espero estar al 100% muy pronto", ha manifestado. Aunque ha explicado que todavía sigue con dolores en el cuello y dolor muscular, pero "espero que estemos 'en tope'" y "lo mejor está por venir". Finalmente, ha acabado el vídeo celebrando que "hoy soy el tio más afortunado del mundo".
¿Qué es la disfonía?
La disfonía es una enfermedad minoritaria neurológica que, en el caso del menor de los hermanos Roca, lo afecta en la zona del cuello y hace que no pueda controlar los músculos y otros tejidos. La enfermedad se puede manifestar en diferentes zonas del cuerpo, pero tal como explicó el chef gerundense en una entrevista el año 2019, dificultaba incluso a mantener la posición correcta del cap. "La disfonía es una serie de espasmos que pueden pasar en una mano, en un pie, en la cara, en la boca. En mi caso me pasó en el cuello", explicó él mismo. La situación mejoró poco a poco gracias a terapias de rehabilitación.
Los primeros síntomas de la enfermedad las empezó a sufrir el año 2010, cuando una noche, en el Celler de Can Roca, de golpe sintió mucho dolor en el cuello y empezó a hacer movimientos sin que su cerebro lo pudiera controlar. "He pasado mucho tiempo con el cuello muy, muy alzado, y aun cuando camino se me levanta el cuello", explicó en una entrevista con Andreu Buenafuente. "También me empezó a pasar con la voz. Las cuerdas vocales se me abren y el sonido se me escapa y no puedo controlar la fonación", indicó.