Barcelona ha acogido este sábado una manifestación de más de 3.000 personas, según los datos oficiales de la Guardia Urbana, que ha recorrido las calles del centro para protestar por el pasaporte covid y las vacunas contra la covid-19. Mucho más masiva que la del sábado pasado, la marcha arrancó de la plaza de Universidad y acabó en la plaza de Sant Jaume, delante de la Generalitat de Catalunya.

La marcha, la más grande que se ha hecho nunca a Catalunya contra las medidas de Govern por la pandemia, ha aglutinado un puzzle de gente complicado de definir. En el vídeo de esta noticia se ha entrevistado en algunos de los asistentes a la marcha de Barcelona.

Un cóctel explosivo de perfiles

Los perfiles de las personas que este sábado han salido a la calle és complicado de encajarlos para responder a la pregunta que todo el mundo se hace: ¿quiénes son esta gente? No hay ningún denominador común más allá de un rechazo frontal a las vacunas y al pasaporte covid, todo enmascarado bajo una frase que durante la marcha se repitió infinidad a veces: "Libertad".

A la marcha, y según pudo comprobar ElNacional.cat, había gente de todo tipo. En el tradicional marco ideológico, se podrían ubicar personas casi en todo el espectro. Desde la derecha -votantes de Vox, militares o ultracatólicos- hasta la izquierda -había grupos anarquistas y de estética punk.

Imagen de la plaza de Sant Jaume, al final de la manifestación / Guillem RS

Tampoco el género ni la edad de los concentrados permitía aclarar mucha cosa: mujeres con carteles perfectamente estéticamente elaborados, padres con niños, jubilados que no era la primera manifestación que iban y jóvenes, que con la cerveza en la mano, iban coreando cualquiera de los lemas que se podían sentir: "los niños no se tocan", "no es salud, es control", "no al pasaporte sanitario", entre otros.

Nadie organiza la manifestación, nadie que se pueda encuadrar en ningún movimiento político de los que existían antes de la pandemia. Los discursos son asamblearios, y todo el mundo puede decir la suya, por más rara que la diga.

El aglutinador, las teorías de la conspiración

Lo único que aglutina a la mayoría de los asistentes a la marcha es la teoría de la conspiración, que según quién lo explica, puede venir de muchos lugares, desde los que desde la derecha creen que el "virus es comunista" a los que desde la izquierda creen que el "virus es una herramienta más del capitalismo más bárbaro para acabar con los pocos derechos que quedan".

La estrategia de los negacionistas es clara: aprovechan cualquier resquicio de la versión oficial para desmontarla, con medias verdades o mentiras, presuntamente avalados por datos que no aguantan ninguna comprobación, siempre llegando al final de la calle asegurando que hay un poder superior que quiere controlar el mundo. Según su marco ideológico, y tal como se ha podido comprobar en las conversaciones con los asistentes a la marcha, este poder mundial tiene un aspecto u otro.

Saber más de medicina que los médicos

"Sé mucho más de medicina ahora de lo que hace dos años, y mucho más que los médicos que salen por la televisión, solamente mirando en Facebook vídeos de doctores libres," asegura a uno de ellos. Los datos que aporta, para mostrarse en contra de las vacunas, son todo informes médicos que ha recibido por las redes sociales, pero que no puede asegurar de dónde vienen. "En Estados Unidos se muere más gente vacunada que sin vacunar", y así, todas las afirmaciones, algunas contradictorias, durante toda la conversación.

En ElNacional.cat hemos hablado con algunos de los asistentes a la marcha de este sábado por las calles de Barcelona:

 

Manifestación sin incidentes

La marcha arrancó a las seis y media de plaza de Universidad y acabó pasadas las ocho delante del Palau de la Generalitat. Según los datos oficiales del Ayuntamiento de Barcelona la manifestación reunió unas 3.000 personas y transcurrió sin incidentes.

En tres o cuatro bares, un grupo reducido de los manifestantes dieron golpes e intentaron acceder a los establecimientos, gritando contra el pasaporte covid, un hecho que los mismos organizadores de la marcha evitaron y censuraron. Delante del Palau de la Generalitat gritaron contra el Govern, contra el conseller Argimon y, otra vez, contra las vacunas, el pasaporte covid y el "virus que no es un virus". El próximo sábado, aseguran, volverán a manifestarse.