El caos aeroportuario, pese a que los vuelos lograban aterrizar y despegar, se ha vivido en tierra a nivel de las comunicaciones por transporte público. El más evidente ha sido el del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, posiblemente por ser la principal infraestructura aérea de España y el tercero de la Unión Europea por volumen de tráfico de pasajeros. Las imágenes que se han vivido en el exterior, con viajeros venidos de todas las partes del mundo, han sido de resignación, impaciencia e incertidumbre, sin saber si lograrían salir de allí este mismo lunes, tras el apagón general que se ha registrado en toda la Península Ibérica desde, aproximadamente, las doce y media del mediodía. Las colas para conseguir un taxi superaban las dos horas, casi tres en muchas terminales, y los autobuses de la EMT Madrid no daban abasto, con el metro y el Cercanías paralizado.

 

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Varios usuarios han explicado a ElNacional.cat que lo primero que han tenido que hacer es asegurarse de tener efectivo, dado que la mayoría de servicios operativos en esos momentos, taxi o VTC, principalmente, no podían cobrar con los datáfonos. Afortunadamente, en las terminales la electricidad se mantenía con los generadores y han podido sacar algunos billetes de las máquinas de ATM. Pero lo peor estaba por venir: las colas para conseguir un taxi eran, casi, kilométricas. Algunos seguían allí a las siete de la tarde, esperando pacientemente a que llegaran los taxis, los autobuses o los VTC, que también se veían desbordados al tener que abastecer las otras dos principales infraestructuras ferroviarias de Madrid: las estaciones de Puerta de Atocha-Almudena Grandes y Chamartín.

Más de 70 euros para volver a casa y colapso en varias ciudades

En Madrid, como también ha sucedido en Barcelona con precios similares o superiores, aplicaciones como Cabify han registrado incrementos para salir del centro de ambas ciudades o de los aeropuertos de El Prat o de Barajas que superaban los 70 euros el trayecto, duplicando o triplicando el coste habitual en muchos casos. También se ha vivido incremento en otros servicios, ante la resignada mirada de centenares de ciudadanos que querían volver a casa o llegar a sus hoteles o apartamentos turísticos.

La red ferroviaria está cortada en toda España y el resto de servicios se restablecen con cuentagotas, también el suministro eléctrico, tras este apagón general en toda la Península Ibérica. Muchos son los trabajadores que temen no poder volver a sus hogares en las grandes ciudades, al no funcionar los trenes y los autobuses ir colapsados y con dificultades de circulación por la falta de funcionamiento de semáforos en algunos puntos, por ejemplo. Todos los cuerpos policiales han aumentado sus servicios de seguridad ciudadana para evitar incidentes durante la noche, si la luz no vuelve en todas las zonas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido poco después de las seis de la tarde, cinco horas y media desde el inicio del apagón masivo, pero no ha concretado las causas de este grave incidente en la red eléctrica, aunque no se descarta ninguna hipótesis, que tampoco se ha especificado. Todo ello, mientras el gobierno portugués apuntaba a un problema con "posible" origen en España.