El levantamiento de las restricciones de entrada de turistas en Andorra a partir de este lunes ha motivado la llegada de visitantes en Pas de la Casa desde la vertiente norcatalana, teniendo en cuenta que en el Estado francés se ha incluido el Principado andorrano dentro del área territorial por donde se pueden desplazar. Todo ello coincidiendo con el primer día de "desconfinamiento generalizado" en el país, en que, además, ha arrancado empezando el periodo de rebajas.

El hecho de que el lunes de Pentecostés también sea festivo en Francia ya hacía prever que la movilidad en la zona podría llegar a ser equivalente a la de una jornada de temporada alta. Mientras, en la frontera de la Farga de Moles no se han producido cambios, a la espera de que el Gobierno deje sin efecto las limitaciones aplicadas a raíz de la emergencia de la Covid-19.

Los visitantes han empezado a llegar al Pas de la Casa antes de las siete de la mañana, con el objetivo principal de comprar aprovechando la diferencia de precio que hay en varios artículos. La ministra andorrana de Turismo, Verònica Canals, ha explicado que en las primeras horas de apertura de la frontera que separa los dos países han entrado más de 2.000 vehículos en el Principado. Sin embargo, no se han generado aglomeraciones en los comercios porque se ha vigilado que la movilidad fuera "escalonada".

Canals ha asegurado que el gobierno pretende proyectar una "imagen de país sano, que ha testado un 90% de su población y que transmite esta seguridad de 'covid ready'". Por este motivo, la ministra de Turismo ha añadido que era importante que la vuelta a la actividad se llevara a cabo de forma segura, tranquila y ordenada. Con respecto al interés por pasar unos días en el país, de momento están llegando muchas consultas y hay reservas cerradas para los meses de julio y agosto, además del de septiembre, lo que podría indicar que la temporada de verano de este año se acabará alargando.

95% del comercio abierto

Por su parte, el presidente de la entidad Iniciativa Publicitaria de Pas de la Casa, Jean Jacques Carrié, ha dicho que un 95% del sector del comercio ha abierto puertas en la localidad y que están muy satisfechos por poder volver a la normalidad "para la moral y para la caja". En este sentido, ha querido dejar clara la importancia que tiene la aplicación de las medidas preventivas y de seguridad pertinentes. Mientras, su homólogo en la asociación de vecinos y comerciantes, Òscar Ramon, destaca que el periodo de cierre ha sido duro tanto desde el punto de vista económico como psicológico.

Ramon ha explicado que muchos responsables de comercios han tenido que aplicar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) a sus trabajadores, además de pedir créditos para poder subsistir durante estos dos meses y medio en que las rejas de estos negocios estaban cerradas. Por otra parte, otro vendedor, Gerard Pifarré, ha afirmado que se esperaba "una afluencia importante" en este primer día de reapertura de fronteras y se ha mostrado satisfecho por la vuelta a la actividad, ya que, ha dicho, muchos tenderos estaban nerviosos y querían "abrir cuanto antes".

Si los primeros turistas provenían este lunes desde un radio de distancia máxima de 100 kilómetros, a partir de este martes podrán hacerlo desde cualquier punto de Francia, ya que se levantará esta restricción de movilidad en el país y, por lo tanto, se espera que la afluencia de visitantes sea alta de cara a los próximos fines de semana. Sin embargo, se está pendiente todavía de saber si los andorranos podrán desplazarse hacia este territorio, tal como ha pedido el ejecutivo del Principado que, en el caso de Catalunya, solicita poder moverse dentro de la región sanitaria del Alt Pirineu-Aran.

La vuelta de los visitantes franceses a esta población andorrana, situada justo al límite fronterizo de los dos países, se ha producido el mismo día en que el conjunto de establecimientos comerciales podían volver abrir, además de los dedicados a la hostelería y la restauración. Este hecho supone todo un revulsivo para el sector, que ha tenido que hacer frente a dos meses y medio de parálisis de su actividad por la crisis sanitaria de la Covid-19 y donde, especialmente en esta zona, arrastran las consecuencias derivadas del corte de la carretera de acceso desde Francia a causa de un desprendimiento que se produjo a finales del mes de abril del año pasado y comportó el cierre de la vía durante tres semanas.

Con el fin de garantizar que la llegada de los turistas se hacía siguiendo los criterios sanitarios y de distanciamiento social pertinentes, se ha reforzado el número de efectivos policiales en Pas de la Casa y en la frontera francoandorrana. Además, se ha activado un grupo de informadores y personal de apoyo que velan por el cumplimiento de lasrecomendaciones, entre las cuales está el uso de las mascarillas y el gel desinfectante o el respeto al aforo máximo permitido en los establecimientos, entre otros. También se han instalado carteles y se han marcado recorridos en las calles para evitar cruces entre las personas, además de distribuir material divulgativo en relación con las medidas de seguridad y prevención de la Covid-19.

Más allá de la imagen de este primer día, la estrategia turística de Andorra para este verano estará basada en los mercados de proximidad. En este sentido, se pretende aprovechar la oportunidad de que los desplazamientos en coche ganen peso con respecto a de otras opciones de movilidad para venderse al cliente español y francés como un destino natural 'covid ready'. Aparte del sector comercial, las escuelas del Principado también han reabierto este lunes y coincidiendo con esta nueva etapa también lo hacen los equipamientos deportivos y varias instalaciones culturales, como museos o galerías de arte.

Este primer día de "desconfinamiento generalizado" en Andorra coincide también con la primera de las tres jornadas de duelo nacional decretadas por el gobierno del Principado por las muertes de la Covid-19. En este sentido, se han tenido que lamentar 51 defunciones en el país desde el inicio de la pandemia. Mientras, menos de una veintena de los más de 750 casos detectados en este periodo continúan activos. Además, los resultados de los casi 140.000 tests realizados en la población han determinado que un 8,5 por ciento de esta ha generado anticuerpos, porcentaje que sube al 11% entre el colectivo de los sanitarios.