La Cinètika es el colectivo donde militaba una de las chicas engañadas por el infiltrado y ahora, después de la publicación de la noticia, ha denunciado "abuso y arbitrariedad" por parte de la policía española. En un comunicado de este lunes, los activistas han recordado "solo casos muy concretos y graves de sospecha de delito o delante del mismo — y siempre con autorización judicial — sostienen la justificación de policía infiltrada". "No siendo el caso, nos encontramos ante el abuso y arbitrariedad que, con plena conciencia, la capacidad misma de pensar y cada pensamiento puedan ser considerados de potencial delito", han añadido. En esta línea, los partidos independentistas han instado al ministro Fernando Grande-Marlaska a comparecer por el nuevo escándalo.
Para quien no lo conozca, La Cinètika es un espacio okupado, anticapitalista, autónomo y feminista de Sant Andreu del Palomar. Tal como ha revelado este lunes la Directa, un policía español se ha infiltrado durante los tres últimos años en los movimientos sociales del barrio haciéndose pasar por un activista libertario. El nombre del agente es Daniel Hernández Pons, que engañó a chicas del entorno libertario para mantener relaciones sexuales y evitar ser descubierto. Una de las chicas engañadas es miembro de La Cinètika y fue pareja del infiltrado durante un año.
"Hacemos un llamamiento a todos los colectivos y proyectos afines a respetar y tratar con sensibilidad y cuidado a las personas que han vivido de cerca esta violencia institucional. Para ninguna persona es una situación agradable", ha expuesto el colectivo en el comunicado. Además, los activistas han pedido "que se eviten rumorologías, que no se trate el caso con morbosidad y que se preserven la identidad y confidencialidad de las personas afectadas". "Por lo tanto, es importante no difundir ni manipular informaciones no contrastadas o consentidas", han añadido, a la vez que han invitado a "la reflexión individual y colectiva en relación al expuesto, para poder articular formas de protección y autodefensa que vayan más allá del odio compartido hacia la autoridad".
En una entrevista con la Directa, la chica engañada ha explicado que descubrir que todo se trataba de un operativo de infiltración le ha despertado "mucho miedo y ansiedad". "Me he sentido muy utilizada, nos ha utilizado como mujeres y como activistas, y eso me hace sentir mucho asco e impotencia. Si quería investigarnos, que creo que sería igual de grave, no hacía falta que generara estas relaciones tan intensas, ha hecho muchas cosas que no eran necesarias", ha señalado. Y ha añadido: "Siento que me ha violado, he estado con alguien que ahora me doy cuenta de que no conocía y eso me genera mucho miedo. Lo que me ha hecho como mujer es muy fuerte, pero creo que es igual de grave que se haya introducido en la vida de mis amigos o en las actividades políticas de espacios como La Cinètika".
Críticas a la policía española
El colectivo ha insistido en criticar a la policía española y en recordar que "la práctica policial utiliza la manipulación sistémica para vigilar, torturar e intentar someter a quien defiende un mundo más digno". "La existencia de agentes policiales infiltrados es una práctica habitual del Estado para controlar y castigar a quien se distingue de aquello normativo y confronta las reglas del poder", ha continuado. En esta línea, los activistas han asegurado que "la policía nacional española utiliza operaciones de infiltración en varios movimientos políticos con la finalidad de extorsionar información y reprimir a grupos y proyectos que denuncian un sistema de desigualdad, miseria, precariedad y violencia estructural".
"Se suele pensar en la represión como una rama del poder que afecta solo a una minoría, pero, más allá, la represión y el uso sistémico de la violencia son parte del mismo sustento de las estructuras de poder", ha manifestado La Cinètika. Entonces, el colectivo tiene muy claro el porqué del operativo de infiltración: "El Estado decide investigarnos porque puede y le estorbamos. Molestamos porque nos organizamos y generamos prácticas basadas en el apoyo mutuo, el transfeminismo, el aprendizaje colectivo, los cuidados, la solidaridad, la equidad y el bien común. (...) No somos conscientes de todo el potencial transformador que tenemos". Finalmente, un consejo: "Estar atentas, investigar y actuar inmediatamente. Reivindicamos la capacidad de generar herramientas y mecanismos propios para cuidarnos y garantizar que hechos como este no vuelvan a pasar".