El Govern decretó el 1 de febrero la emergencia por sequía en Catalunya, una situación nunca antes vista en Catalunya y que comporta restricciones en piscinas, al riego, actividades agrícolas, industriales y recreativas. La dotación máxima de agua pasa a ser de 200 litros por habitante y día. Para la entrada en emergencia, el plan de sequía establece que la capacidad de los embalses tiene que bajar del 16 % en la unidad afectada, umbral en el cual se encuentra el sistema Ter-Llobregat, el conjunto de pantanos, acuíferos, desalinizadoras y plantas de potabilización más importante de Catalunya, que abarca a seis millones de habitantes. Para ayudar a hacer frente esta situación excepcional, aquí os dejamos algunos consejos sobre cómo reciclar agua en casa para optimizar el uso del recurso y reducir el despilfarro.

🚱 Estas son las restricciones de agua en Catalunya en la emergencia por sequía: seis millones de afectados
 

🚿 Duchas 'express' por la sequía: menos de tres minutos, cómo se controlan y dónde se aplica
 

Un cubo en la ducha: mientras se calienta el agua

Mientras el agua de la ducha sale fría, a la espera de que se caliente, en vez de dejar que caiga por el desagüe y se despilfarre, esta agua puede tener una vida útil: es una técnica para reciclar el agua muy conocida; se pone un cubo de agua al lado de la ducha y hasta que salga a la temperatura deseada, se deja que la alcachofa se alivie dentro del cubo. Después, esta agua se puede utilizar para otras necesidades: por el inodoro, en vez de pulsar el botón, se puede tirar esta agua. También para regar las plantas o cualquier otro uso. Eso sí, se tiene que vigilar que no haya jabón u otro producto que pueda ser nocivo, en función del uso que se le quiera dar.

Recoger agua de la lluvia

Otra opción buena, bonita y barata para conseguir agua para casa: poner cubos o cualquier recipiente adecuado al terrado, la terraza o el jardín —si se tiene, si no en la calle y rezar para que no se lo lleven. Un agua que se puede utilizar para regar las plantas, cocinar o por el inodoro. ¿Problema? No llueve, o lo hace días contadísimos, porque estamos en sequía desde hace casi tres años. Así que quizás no hay éxito, pero para probar que no sea.

Reaprovechar el agua de hervir

El agua que se utiliza para cocinar, como para hervir pasta o verduras, por ejemplo, si queda lo bastante limpia, una vez se enfríe se puede utilizar para algunos usos determinados, como para el inodoro o para regar las plantas.

Dar uso al agua que quedar del aire acondicionado

Esta opción es para el verano. Si se pone el aire acondicionado, lo cual es recomendable evitar por el coste energético y contaminante que supone, siempre va saliendo agua de la condensación que se produce, y a veces acaba siendo una buena cantidad. Un agua que o cae o sale por un tubo, depende del aparato, y en la cual después se le puede dar una vida más útil: teniendo en cuenta que es agua prácticamente destilada, si se recoge en un cubo después puede utilizar para planchar. También para el inodoro o para otro uso que no sea el consumo de boca.

Platos bajo los tiestos

Quien tiene plantas, flores o un huerto urbano sabe que después de regar siempre, sobre todo y se pone un exceso, cae agua "sucia" por debajo de los tiestos. Un agua que si se recoge poniendo platos bajo los tiestos, después se puede utilizar para regar otras plantas diferentes, y así evitar consumir más agua nueva del grifo.

Según indica la Agencia Catalana del Agua, poner una bañera consume entre 200 y 300 litros y una ducha rápida entre 30 y 80 litros. Poner una lavadora consume entre 60 y 90 litros de agua, y uno lavavajillas entre 18 y 30, muy similar a lo que se consume lavando los platos a mano. En el día a día también se consume una media de 10 litros para cocinar y para beber, 10 por día también cada vez que se hace limpieza en casa y entre 6 y 10 litros cada vez que se va al inodoro y se estira la cadena. Lavarse las manos y los dientes, entre 2 y 12 litros cada vez.

Por eso, la Generalitat recomienda cerrar todos los grifos entre plato y plato, al enjabonarse las manos o mientras se cepillan los dientes. También, evitar las bañeras y ducharse rápido, aprovechar al máximo la capacidad de la lavadora y el lavaplatos, con carga completa, para hacer los mínimos lavados posibles. También se recomienda tirar el papel higiénico en una papelera y no en el inodoro e instalar aireadores y reductores de caudal en los grifos, para reducir la cantidad que sale y evitar el despilfarro.