La noche del 22 de octubre hará tres años de la gran riada que devastó la Conca de Barberà. Las intensas lluvias del temporal Dana desbordaron el río Francolí y provocaron graves inundaciones. El agua destruyó negocios y espacios emblemáticos como el Ppnt Vell de Montblanc. Justo hace dos semanas, empezaron las obras de rehabilitación de este puente medieval, fechado del siglo XII. Estas tienen un coste de 1,5 millones de euros y se han financiado con ayudas de los gobiernos catalán y español. El alcalde Josep Andreu confía en que los trabajos estarán terminados el próximo julio y lamenta el retraso. Tanto el alcalde como empresarios afectados de l'Espluga de Francolí recuerdan la desolación sufrida por los destrozos, pero también la solidaridad de los vecinos.
La imagen de devastación del cauce del río Francolí, lleno de troncos, vegetación, con barro, y escombros, todavía están bien presentes entre el vecindario de la comarca. Tres años después del desbordamiento, el entorno del río ha vuelto a rebrotar y ya quedan pocas cicatrices del temporal. Sin embargo, hasta hace dos semanas no se habían iniciado los trabajos para restaurar el Pont Vell, uno de los más afectados por los aguaceros. La estructura medieval resistió la fuerza del agua, pero se quedó sin barandillas. Los operarios trabajan para repararlas y para dejar esta construcción tan abierta como sea posible. "Es una obra más de ingeniería que de arquitectura, sacaremos las barandillas que están en el suelo y haremos una superficie plana para que caigan en caso de otra riada", detalla a Andreu a la ACN.
De esta manera, se prevé la desvinculación de las barandillas con la estructura original del puente para que estas se desprendan fácilmente y no impidan el paso del agua en caso de fuertes aguaceros. En este sentido, el alcalde remarca que el objetivo principal es proteger la estructura medieval. En la actuación, también se ha previsto la colocación de bancos y elementos ornamentales. En paralelo, se hará la adecuación del entorno del Pont Vell, que prevé una pecera a fin de que siempre haya canal de agua entre el Pont Vell y el puente nuevo, los cuales están separados por pocos metros. "Estamos trabajando a nivel freático", puntualiza el alcalde.
La intervención del Pont Vell y de su entorno tiene un coste de 1,5 millones de euros. Las ayudas del Estado, cifradas en 1,6 millones, llegaron el 30 de febrero de este año, mientras que los de la Generalitat, de 1,5 millones, el 22 de diciembre del año pasado. En global, el coste de todos los proyectos para reparar los espacios estropeados suma 3,2 millones. El Ayuntamiento ha añadido unos 200.000 euros para la actuación al puente de Bolovi a consecuencia del incremento de los costes. El proceso de licitación de estos trabajos acaba el próximo martes. Según el alcalde, las abres "grandes", como las del Pont Vell y su entorno, las del Bolovi, y las del Molí del Pas se terminarán en un plazo de nueve meses.
Estoy contento de haber empezado las obras en el Pont Vell y pido disculpas para que el conjunto de las administraciones seamos tan lentas. La riada fue una convulsión para todos nosotros, finalmente podremos recuperar este lugar tan emblemático de Montblanc, es un gozo y una necesidad del municipio volver a reconciliarse con el cauce del Francolí", afirma Andreu.
"Nunca podremos agradecer lo suficiente la solidaridad de los vecinos"
La riada del año 2019 hizo estragos a los municipios de l'Albi (Les Garrigues), la Riba, Vilaverd y Vimbodí y Poblet y l'Espluga de Francolí. Este último fue uno de los más afectados. Aquí, la fuerza del agua engulló la bodega Rendé Masdeu, la cual se ha reconstruido en otro lugar de la localidad. No fue el único establecimiento que sufrió destrozos. El restaurante Les Disset Fonts, situado prácticamente al lado del río, estuvo tres meses cerrado porque el desbordamiento destrozó el comedor, la cocina, los almacenes y las máquinas del local. Su propietario, Juan Carlos León, explica que tuvieron que renovar toda la cubertería, sanear los lavabos y pintarlo todo. "Fue repentino, impactando, de dejarlo todo bien por la mañana, a encontrártelo todo lleno de agua y barro", recuerda. En su caso, se pudo reponer gracias a la ayuda de los vecinos del municipio. "Desde el primer minuto la gente del pueblo nos ayudó, fue muy emotivo y bonito", valora.
Chantal Puig, trabajadora y responsable de las actividades de ocio de la empresa Dragón Activo, también recuerda con emoción la ola de solidaridad. Lo perdieron absolutamente todo, desde las bicicletas, material de ocio y de oficina, en los portátiles y la furgoneta. También se rompieron las ventanas y las puertas y se hundieron dos paredes. "El golpe moral, emocional, que nos encontramos el 23 de octubre fue muy bestia porque desde lejos vemos la silueta principal del edificio, que se mantenía y nos pensábamos que los destrozos no serían tan grandes, nos imaginábamos que estaría inundado, pero no destruido", relata.
Ante la magnitud de los desperfectos, Puig reconoce que se plantearon cerrar el negocio después de 25 años en marcha, ya que el edificio – una antigua fábrica de alcohol vinícola- ya lo habían reformado cuando lo compraron y solo trabajan tres personas fijas. Además, el 85% de la facturación se basa en el trabajo que hacen mayoritariamente en primavera y con los centros educativos. De hecho, a los destrozos se le sumó la pandemia. "El primer grupo grande que nos entraba era el 11 de marzo y como el Departamento de Educación ya hablaba de que cerraría escuelas, ya no se quisieron arriesgar y no tuvimos ninguna facturación hasta julio, que con restricciones, pudimos hacer centro de verano después de meses cerrados," explica.
Las obras para recuperar las instalaciones empezaron en septiembre del año 2020 y se inauguraron por Semana Santa de hace un año. Con todo, la ayuda y predisposición de los vecinos del pueblo les permitió coger bastante y recuperar la actividad. "Nunca los podremos agradecer lo suficiente, tanto lo que hicieron en el ámbito económico como moral, nuestro primer pensamiento fue que no lo podíamos levantar, pero la manera como se volcó la gente de la Cueva, desde el primer día, ayudándonos a limpiar, llevando comida, todo eso fue la inyección que nos permitió levantarnos", valla Puig.
En mayo, el Ayuntamiento de l'Espluga de Francolí estrenó un parque público en la denominada 'zona cero' de la riada y dio por acabada la restitución de los daños causados por el desbordamiento. Aparte de la zona de recreo y parque fluvial, también se han hecho actuaciones en torno al área del Safareig de la Font Baixa, la zona que va de la plaza del Milenario al Puente de la Palanca, el entorno de la plaza de la misma fuente y el arreglo de caminos. Estas intervenciones han recibido ayudas de la Generalitat y del Estado. Con respecto a los trabajos del paso inundable del camino de la Sinoga han sido financiados por la Diputación de Tarragona y por el consistorio. La suma de todas las actuaciones ha sido de 713.517,71 euros.
El Ayuntamiento tiene la voluntad de iniciar la redacción del proyecto renaturalización del tramo urbano del río a principios de año, el cual se ejecutará por fases. En paralelo, el consistorio hará una ofrenda floral en el monumento dedicado a las ocho víctimas, de las cuales dos todavía no se han localizado, el próximo sábado, coincidiendo con el tercer aniversario de la tragedia.