La muerte del papa Francisco este Lunes de Pascua ha iniciado un mecanismo complejo que finalizará con la elección del próximo obispo de Roma. La decisión de escoger al sucesor está en manos del cónclave, esta vez representado por un grupo heterogéneo de 133 cardenales muy diferente del que eligió a Bergoglio hace doce años. Además de ser el más numeroso, también es el más internacional, con cardenales de 71 países, frente a los 115 de 2005 y 2013, con 52 y 38 nacionalidades respectivamente.

Aunque su mayoría han sido escogidos por el papa argentino, en el cónclave papal hay perfiles muy diferentes que podrían tumbar la balanza hacia un Pontífice más conservador que se aleje de la línea reformista de Francesc. El experto del diario Corriere della Sera Massimo Franco se ha pronunciado en este sentido y ha explicado que aunque solo una minoría conservadora ha puesto en duda el sesgo del papa argentino, "en realidad hay una amplia y silenciosa zona gris que ha obedecido por lealtad, pero que ha desaprobado muchos de los comportamientos del Papa".

Franco recuerda también que el cónclave que escogió a Bergoglio "nació con un fuerte prejuicio antiitaliano, porque se formó a raíz de la renuncia de Benedicto XVI", hecho que le hace pensar que "probablemente se volverá a un europeo".

Los cardenales no se conocen entre ellos

Otro de los problemas que pueden tener a la hora de ponerse de acuerdo y conseguir los dos tercios de los votos necesarios para elegir a un nuevo Papa es que muchos de los cardenales no se conocen lo bastante bien. De entre los 133 que ejercerán su derecho a voto hay hasta 71 nacionalidades y perfiles que provienen de realidades muy diferentes. En cualquier caso, lo cierto es que estadísticamente, hay más números que el próximo Santo Padre sea europeo porque un 39% de los papables lo son, mientras que los asiáticos son los segundos con mayor presencia (17%), por delante de los africanos (13%), los de la América del Sur (13%) y los de la Norteamérica (12%). Los cuatro de la Centroamérica y los cuatro originarios de Oceanía representan en total el 6% del total de los cardenales elegibles.

Aunque en teoría cualquier hombre bautizado puede ser escogido Papa, en la práctica los candidatos son los cardenales presentes en el cónclave. Al sucesor de Francisco no podrán elegirlo los 252 cardenales que forman el Colegio Cardenalicio, porque la votación está reservada a los menores de 80 años. Además, dos cardenales, el arzobispo emérito de València Antonio Cañizares y el bosnio Vinko Puljić han renunciado a participar en la votación.

Omella, el único elegible de las diócesis catalanas

El cardenal arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, es uno de los candidatos a Papa pero también uno de los papales más mayores, ya que este lunes cumplió 79 años. El candidato más joven es Mykola Bychok, un prelado ucraniano que ejerce en Melbourne (Australia) y que fue nombrado cardenal por el papa Francisco el diciembre pasado a los 45 años.

Aparte de Omella, cinco cardenales españoles más elegirán al nuevo Pontífice: el arzobispo de Madrid, José Cobo; el arzobispo emérito de Madrid, Carlos Osoro; los dos nombrados cardenales por el mismo papa Francisco; Ángel Fernández Artime, que fue rector mayor de los Salesianos y actualmente es el proprefecto del dicasterio para el Instituto de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica; el arzobispo de Rabat, Cristóbal López, y el obispo de Córcega, Francisco Javier Bustillo.

Los candidatos a Papa que más suenan en las quinielas

Uno de los candidatos progresistas que sale en todas las quinielas es el cardenal filipino Luis Antonio Tagle (67 años). En caso de salir elegido, sería el primer Papa asiático de la historia. Tagle fue arzobispo de Manila hasta el 2019, cuando Francisco lo nombró prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Su enfoque pastoral es muy próximo a la comunidad y su mensaje se enfoca a la misericordia, la inclusión y la justicia social, cosa que lo hace una de las figuras más relevantes del sector progresista.

Otro de los candidatos que más suena es el cardenal ghanés Peter Turkson (75 años). De perfil más moderado que Tagle, fue presidente del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral y es una de las figuras africanas más influyentes en el Vaticano. Tiene un enfoque social y con disposición para abordar cuestiones como la justicia económica y el medio ambiente. En caso de ser escogido, se convertiría en el primer Pontífice africano.

De entre los conservadores, quien sale en todas las quinielas es el cardenal italiano Pietro Parolin (70 años), aunque sería más bien de perfil moderado o pragmático —es decir, institucionalista, que combina elementos de Francisco y de Benedicto XVI. Actualmente, Parolin es el secretario de Estado del Vaticano, cosa que lo convierte en un cardenal influyente en la Curia. Diplomático de carrera, ha participado en negociaciones importantes, como los nombramientos de obispos en China.

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