Publicitado sobre los pechos de las trabajadoras, este ha sido el motivo por el cual compañía de carburantes Galp ha acabado ante los tribunales. Un juzgado de Barcelona ha condenado a la empresa a pagar 25.000 euros para obligar a duro una camiseta como uniforme de trabajo que tenía publicidad a la altura de los pechos. Algunas trabajadoras expresaron su incomodidad con el nuevo uniforme, que había servido de excusa a varios clientes para mirar los pechos de las empleadas. Galp, sin embargo, hizo caso omiso, hecho que les ha acabado costando miles de euros de multa al considerar a la jueza que se trata de una infracción grave por discriminación en razón de sexo.
Todo empezó el año 2019, cuando Galp entregó a sus trabajadores un nuevo uniforme con la palabra Evologic, escrita a lo grande al pecho y, un poco más abajo, la leyenda: "Pregúntame por el carburante más avanzado del mercado". La empresa entregó camisetas con el mismo diseño a hombres y mujeres, en la talla que habían pedido, pero poco después muchas trabajadoras se tropezaron consigo con situaciones que les incomodaban en su puesto de trabajo. El uniforme se impuso sin consultar previamente a la representación legal de los trabajadores. En esta situación la sección sindical de CCOO remitió a la empresa un escrito denunciante un caso de cosificación de la mujer, la empresa no contestó.
El caso pasó por Inspección de trabajo que propuso una sanción de 25.000 euros y finalmente la Generalitat confirmó la sanción, contra la cual la empresa presentó a finales de 2020 una demanda de impugnación de la sanción que ahora ha sido desestimada. Ahora, la magistrada Marta Molist, ha sentenciado que colocar en una camiseta de trabajo de uso obligatorio "unas letras en una medida grande y chillona al lado de un eslogan (con una grafía de menos tamaño), y todo eso a la altura del pecho, (...) no es una discriminación indirecta, sino directa", según recoge Efe. "Que en una camiseta que vista a un hombre haya una leyenda en el torso a la altura del pecho no implica ningún tinte de sexualización o de cosificación, pero que eso exista en una camiseta que lleva a una mujer, a la misma altura, sí lo implica", sentencia. La jueza considera que la empresa tendría que haber dado una alternativa y más teniendo en cuenta que varias trabajadoras se quejaron.
La sexualización de las trabajadoras, una constante
Los uniformes de las mujeres en su puesto de trabajo a menudo han puesto a las trabajadoras en situaciones donde se ven sexualizadas en favor de la empresa sin su consentimiento explícito o arrastradas por la necesidad del trabajo en sí. Otro caso que se hizo viral hace poco fue el de la cadena de restaurantes norteamericano Hooters. La empresa que siempre ha brillado por la objetivación de sus trabajadoras para sacar al público masculino cruzó todas las líneas rojas con la última actualización de su vestuario.
Una camiseta minúscula que deja parte de la barriga al aire y unos pantalones parecido en unas bragas que no cubren parte de la nalga. Cuando las trabajadoras recibieron los huevos uniformes empezaron a denunciarlo en masa a las redes sociales, donde los usuarios compartieron su indignación. La lluvia de críticas culminó con la empresa retirando la obligatoriedad del uniforme.