El Consell Escolar ha aprobado este lunes un dictamen para pedir una moratoria de un año en la alteración del calendario escolar, una modificación que hace avanzar el inicio del curso al 5 de septiembre. En esta moratoria se plantea, pues, que el inicio del curso no se adelante este septiembre, sino en el curso 2023-2024. En las votaciones de este lunes ha habido un apoyo sólido a la decisión de avanzar el curso -23 votos a favor y 7 en contra, con 14 abstenciones- pero también a la petición que se aplace la decisión un año, con 19 votos a favor, 17 en contra y 8 abstenciones. Se trata, sin embargo, de un dictamen no vinculante. Ahora bien, ahora este documento llegará a manos del Departament d'Educació, que puede tomar las decisiones que considere oportunas a partir de este dictamen.
Es la segunda vez que el Consell Escolar pide una moratoria de un año por la modificación del calendario del curso escolar. Hoy hace exactamente un mes, el conseller d'Educació, Josep Gonzàlez-Cambray, organizaba un pleno extraordinario con este organismo delante de la avalancha de críticas que había recibido su conselleria por haber anunciado este cambio sin haberlo consultado ni comunicado previamente a la comunidad educativa. Los sindicatos llegaron en aquel encuentro con el objetivo que, si la modificación del calendario acaba siendo una realidad, se aplique a partir del curso 2023-2024, y no en septiembre del 2022. La idea, impulsada por USTEC, Comisiones Obreras y el AFFAC, no convenció a Cambray, y en una rueda de prensa desde el exterior del Palau Robert posterior al encuentro aseguró que el inicio de curso se mantenía alterado.
Cambray insistió en que si él mantiene el inicio del curso para el próximo cinco de septiembre es porque hay un convencimiento "unánime" dentro de la comunidad educativa sobre que se trata de una buena propuesta. El argumento del conseller fue el siguiente: si los sindicatos piden una moratoria, significa que quieren discutir "el cómo", pero no "el qué"; y la conselleria no se puede permitir el aplazamiento de una medida que -si según él nadie la cuestiona-, es positiva para los alumnos de la escuela catana. "No podemos demorar transformaciones que benefician al alumnado", manifestó el jefe del Departament para mantenerse firme en su decisión de avanzar el inicio del curso.
Esta reunión del Consell Escolar ha llegado después de una semana protagonizada por la huelga y las manifestaciones de maestros y profesores. El anuncio inesperado por parte del president de la Generalitat, Pere Aragonès, y del conseller Cambray encendieron la comunidad educativa, fue el detonante de unas jornadas de huelga que se alargarán hasta la semana que viene. No obstante, los sindicatos y los manifestantes que llenaron las calles de Barcelona se esforzaron al dejar claro que la cuestión del calendario es solamente la gota que colma el vaso. Han pedido insistentemente la dimisión de Cambray no solo por esta alteración del inicio de curso, sino por el arrastre durante una década de los recortes de la crisis económica. La comunidad educativa pide revertirlas para garantizar el bienestar de alumnos y docentes.