Científicos del Instituto Caltech de California y de la Universidad de Cambridge han conseguido crear embriones sintéticos de ratón a partir de células madre sin necesidad de una previa fecundación in vitro. Los científicos han podido desarrollar estos embriones fuera de un vientre, y han crecido dentro de un laboratorio. La gestación de estos embriones ha durado hasta la mitad del que acostumbra a durar la gestación de un ratón, y durante este periodo de tiempo han conseguido desarrollado un corazón que late y el principio de un sistema nervioso y digestivo. También se ha podido desarrollar un saco de nutrientes del cual se nutre durante las primeras semanas.
La investigación se ha publicado este jueves en la revista Nature, y los científicos sostienen que gracias a estos embriones sintéticos se podrán estudiar marcadores genéticos que expliquen por qué motivo un embarazo no llega a término. Y también calculan que se puedan desgranar algunos problemas de la implantación del embrión en el vientre materno. Los investigadores, pues, tienen la intención de utilizar estos embriones sintéticos como modelos de estudio; y así descubrir mecanismos de desarrollo y enfermedades durante las primeras semanas de vida sin necesidad de utilizar animales de laboratorio.
La investigación ha sido liderada por la profesora Magdalena Zernicka-Goetz, y su equipo ha podido sacar adelante un modelo de embrión sin óvulos ni espermatozoides y sí a partir de células madre, las células maestras que pueden convertirse en casi cualquier tipo de célula. El método de trabajo ha sido imitar desde el laboratorio los procesos naturales guiando los tres tipos de células madre que participan en el desarrollo de los mamíferos dentro del momento en que empiezan a interactuar.
Los investigadores explican que crearon un espacio único para los genes, y después comprobaron que las células madre "hablaban" entre ellas mismas, cosa que hizo que se autoorganizaran en estructuras que progresaron a través de las sucesivas etapas de desarrollo hasta crear corazones que latían y las bases de un cerebro, entre otras cosas. A diferencia de otros embriones de laboratorio, estos modelos consiguieron que todo el cerebro -también la parte anterior- empezara a desarrollarse, cosa inédita hasta el momento.
El equipo de científicos cree, también, que su investigación podría servir también para guiar la reparación y el desarrollo de órganos humanos 'sintéticos' para trasplantes. "Nuestro modelo de embrión de ratón no solo desarrolla un cerebro, sino que también lo hace con un corazón que late y todos los componentes que conforman su cuerpo. Es increíble que hayamos llegado tan lejos. Este ha sido el principal objetivo de nuestro trabajo durante una década", ha señalado Zernicka-Goetz, catedrática de Desarrollo de Mamíferos y Biología de Células Madre.