Con el alma en un puño viendo y actualizando las noticias desde el móvil, y preocupados por sus familiares, que están en algunas de las ciudades de nombres casi impronunciables, en la frontera con Rusia, un centenar de patriotas ucranianos se han concentrado desde primera hora de la mañana delante de la sede del consulado del país de Vladimir Putin en Barcelona, en la avenida de Pearson, en la zona alta de la capital de Catalunya.

Las decenas de personas que se han concentrado delante del consulado ruso han mostrado banderas de Ucrania, de Europa y de España, y no se han cansado de gritar contra la guerra y contra el presidente Putin, a quien acusan de ser "loco" y "de ocupador". La concentración se ha desarrollado durante toda la mañana sin incidentes, pero la tranquilidad se ha ido rompiendo, a ratos, por los gritos de los concentrados y también por los insultos contra ciudadanos de nacionalidad rusa que entraban y salían de la sede consular para hacer gestiones. En el interior, si bien con el trasfondo de los gritos y las noticias que llegan desde Rusia, se sigue ofreciendo servicio administrativo con normalidad.

Los Mossos blindan el consulado ruso en Barcelona

En el exterior, blindado por los Mossos d'Esquadra, algunos ciudadanos ucranianos residentes en Barcelona han explicado dónde tienen familiares y cómo han podido hablar, durante la mañana, a pesar de los fallos de los mecanismos de comunicación y cortes de electricidad de que están sufriendo las ciudades más próximas a la frontera con Rusia.

Agentes de los Mossos delante de la sede consular de Rusia a Barcelona / Guillem RS

Una familia ucraniana que hace cuatro años que vive en Barcelona clama por la intervención de la Unión Europea y la OTAN para poner punto final a la ocupación rusa y alertan de que a Putin no le interesa su país. "Hoy de madrugada ha empezado una guerra contra el mundo libre, es una guerra mundial", aseguran. "Ya ha habido otras guerras contra Ucrania, hoy es diferente. Y Europa lo tiene que parar", insisten. La guerra contra ellos, sin embargo, aseguran, hace ocho años que dura, con varias fuerzas y ataques contra civiles en la parte fronteriza.

 

"Todavía no ha muerto la gloria ni la libertad de Ucrania. A nosotros, hermanos compatriotas, nos sonreirá la fortuna", cantan a pulmón los concentrados. Es una parte del himno nacional del país que sirve como antídoto de defensa de los concentrados delante de la sede del consulado ruso en Barcelona.

Entre cánticos e insultos a Putin van llegando noticias. Una chica retransmite en directo la situación que una amiga suya, por videoconferencia, le explica desde Jarkov, frontera con Rusia. Otro de los ucranianos explica que su gobierno asegura haber abatido aviones enemigos y los gritos de alegría tampoco se hacen esperar.

 

Una rusa contra la guerra

Entre todas las banderas que se han visto esta mañana ante el consulado ruso en Barcelona solamente una era rusa. La llevaba una mujer, Judith Tharan, que desde 1998 vive a Barcelona después de huir de Rusia y que está en contra de la ofensiva que ha iniciado esta mañana su país y el presidente Putin.

Una mujer rusa, contra la guerra, delante de la sede del consulado ruso en Barcelona / Guillem RS

La propaganda puede decir o hacer que los rusos estemos a favor de la guerra, pero no es verdad. Putin es un dictador y solo tiene el 30% del apoyo de la población de nuestro país, asegura. "Es una guerra que no tiene el apoyo del pueblo ruso", insiste Tharan, que no para de dar explicaciones a sus, desde esta madrugada, oficialmente, enemigos, asegurando que, como ellos, está en contra de la guerra.

Algunos de los rusos que entraban en las oficinas consulares se han enfrentado, sin ningún incidente relevante, con los concentrados ucranianos y rusos antiguerra.