Este pasado 28 de octubre hizo exactamente 175 años que el ferrocarril convencional llegó a Catalunya y el resto del Estado. La puesta en servicio de la línea Barcelona-Mataró, la primera de la península Ibérica, supuso una revolución en la movilidad, haciéndola accesible para las clases populares. Para conmemorar esta efeméride, un tren rotulado y ambientado por la ocasión hizo el mismo trayecto, saliendo de la Estación de Francia con centenares de personas que quisieron participar del homenaje a este hito histórico. Ahora, la histórica empresa de transportes española Alsa se ha querido sumar a la celebración y, por eso, ha organizado la circulación de varios trenes clásicos para los próximos 2 y 3 de diciembre.

De esta forma, el histórico 'Tren Azul' recurrirá el trazado ferroviario Barcelona-Mataró, partiendo de la Estación de Francia de la capital catalana en dirección a la capital del Maresme. En total, un trayecto de unos tres cuartos de hora de ida. En Mataró, el convoy dejará a los pasajeros una hora y 10 minutos de recreo, aproximadamente, hasta empezar el camino de vuelta. Mañana y tarde, el tren hará varios pasajes de ida y vuelta a lo largo de estos dos días. Según explica la empresa organizadora, la tarifa de los pasajes, que comprende entre los 15 y los 35 euros, se destinará a la preservación y conservación de estos trenes clásicos.

Se trata de una celebración organizada conjuntamente con la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, con el objetivo, afirman, "acercar el patrimonio histórico ferroviario a la sociedad". La asociación zaragozana, sin ánimo de lucro, se dedica a organizar "museos rodantes" poniendo a disposición trenes antiguos declarados como bien de interés cultural.

Fiebre 'vintage'

La puesta en circulación del 'Tren Azul' remite también a una iniciativa similar para recuperar el histórico 'Tren Rana' de Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC), todo un símbolo de la línea Barcelona-Vallès que funcionó entre los años 40 del siglo pasado y 1995 y que el otoño de 2021 devolvió a la circulación décadas después, como una forma de recuperar el patrimonio. Un tren que se empezó a construir acabada la Guerra Civil y del cual se hicieron varias series durante las décadas posteriores. A mediados de los años 70 se dejó de fabricar, pero siguió circulando por la línea Barcelona-Vallès hasta 1995, coexistiendo con los modelos más nuevos. Se trata, claro está, de un museo rodando que transporta al pasajero a otra época y del cual FGC conserva 74 convoyes.