El pasado mes de marzo nacieron en Catalunya 4.520 bebés, unos 13.686 en total desde el inicio del año 2024, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en lo que se constata como una continuación de la tendencia a la baja de los nacimientos durante los últimos años. Si se hace una media comparativa entre la cifra en marzo de este año con respecto a la media del mismo mes a lo largo de la última década, la realidad es que los nacimientos han caído un 14,20%. Una caída que llega al 20% si se compara con el inicio de año del 2016, cuando nacieron 17.107 bebés entre enero y marzo.  A lo largo del 2023, Catalunya registró en total 54.463 nacimientos, la cifra más baja en 28 años: la tendencia desde el 2008 —coincidiendo con la crisis económica— cuando rozaron los 90.000 nacimientos, es la bajada progresiva año tras año.

Con todo, el panorama todavía es más atenuado si se compara con otras zonas del Estado: Catalunya ha sido este marzo la comunidad con el segundo número mayor de nacimientos, solo por detrás de Andalucía, en donde nacieron 4.962 bebés en marzo. Muy lejos de estos datos, a zonas menos pobladas y con otras realidades sociales y demográficas como Galicia, País Vasco, Navarra, Murcia, Asturias, Canarias o las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, la bajada de este año con respecto a la media de la última década se sitúa en torno al 20%.

Volviendo a Catalunya, el de 2024 ha sido el tercer peor inicio de año (enero-marzo) en nacimientos desde el 2016, solo superado por el de 2021 —todavía con la pandemia bien reciente—, cuando nacieron 13.096 niños, y por el del 2023, cuando fueron unos 13.514. Datos muy inferiores a los 17.107 del 2016 o a los 16.423 del 2017. La tendencia es a la baja, a una bajada escalonada año tras año durante la última década. Si hace unos 8 años la media era de unos 6.000 nacimientos cada mes, ahora mismo ya se está tendiendo hacia los 4.000.

Mínimos históricos con respecto a los últimos 80 años

Si se hace una comparativa más extensa, ampliando el marco a ochenta décadas atrás, las cifras de nacimientos están un mínimo histórico: entre 1941 y 1975 los nacimientos al conjunto del Estado se movieron año tras año en unos baremos de entre 560.000 y 670.000 personas por año, siendo en 1950 el año con menos y 1964 el año con más bebés nacidos. En adelante y hasta finales de la década de los 90, la tendencia fue a la baja, prácticamente cayendo a menos de la mitad, como los 360.000 de 1995. En adelante hubo una nueva tendencia creciente, que en el 2008, coincidiendo precisamente con la grave crisis económica, pinchó y no ha dejado de caer desde entonces: el año 2022, el número total de nacimientos fue de 329.251. De hecho, desde el 2016, hay más defunciones que nacimientos, cosa que no pasaba en los anteriores 80 años: la tendencia, nuevamente, es la que esta brecha se amplíe.