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Un año más, centenares de países, lobbies y activistas se convocan a la Cumbre del Clima para tratar de paliar los efectos del cambio climático. De la misma manera, un año más, esta cumbre está rodeada de polémica. Desde el país anfitrión, hasta la falta de ambición de las grandes potencias mundiales, el futuro del planeta y la humanidad se discute entre grandes conflictos y contradicciones. Entre todo este batiburrillo, ¿qué lo que podemos esperar de la 28.ª Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marc de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC)?
COP28: Un foro global para evaluar el progreso y establecer nuevas metas climáticas
La COP28 aplega 197 países o entidades soberanas que se han adherido a la convención sobre el cambio climático de la ONU, además de la Unión Europea (UE). Estas partes envían delegados para consensuar medidas y evaluar avances en los objetivos del Protocolo de Kioto o el Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático, limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, establecer mecanismos de ayuda y compensación para los afectados por la crisis climática e impulsar medidas para una transición energética justa y equilibrada.
Más allá de las reuniones políticas y técnicas, la COP28 ofrece un espacio donde por casi dos semanas se congregarán decenas de miles de activistas, políticos, líderes religiosos e indígenas, empresarios, científicos, expertos y periodistas, muy centrados a buscar soluciones para esta crisis. Sin embargo, el hecho de que se celebre en Dubai (Emiratos Árabes) y que a menudo las voces de los países pequeños y los activistas climáticos quedan ahogadas en la presencia de grandes potencias y lobbies empresariales.
A contrarreloj: la COP28 empieza sin que se hagan los deberes
Un elemento clave de esta COP será la valoración del cumplimiento del Acuerdo de París. Se conoce como "Balance Global" y es el primer análisis de acción climática que la ONU lleva a cabo desde la entrada en vigor del Acuerdo de París, los avances publicados del cual en septiembre señalan que el mundo está "muy lejos" de cumplir las metas acordadas en la capital francesa. Es decir, ya antes de que se dé el pistoletazo de salida a la Cumbre, esta empieza con mal pie.
Ante el avance desbocado del cambio climático y la inacción institucional general, la Cumbre se centrará en los cuatro ejes que ya marcaron a su antecesora: la mitigación, la adaptación, la financiación y la colaboración. Si bien estos son los ejes, por cada uno de los actores que participa tienen una prioridad diferente.
¿Cuál es la agenda política de los países en esta COP28?
La mitigación es central para la UE y sus Estados miembros, que abogan agresivamente para mantener el límite de calentamiento global en 1,5 grados por encima de la media de la era preindustrial, tal como estableció el Acuerdo de París en el 2015. Para hacerlo, piden directamente la extinción del uso de combustibles fósiles.
Pero eso es anatema para productores de hidrocarburos como los Emiratos Árabes Unidos (EAU), el anfitrión de la COP28, y muchos países pobres, pero ricos en estos recursos, que necesitan explotar para poder desarrollarse. Defienden que si bien hay que recortar el uso de hidrocarburos, estos siguen siendo imprescindibles al menos durante la transición a nuevas fuentes de energía, y, por lo tanto, hace falta seguir financiando e impulsando la producción. La adaptación es, pues, la clave para estos últimos, que defienden, por ejemplo, un mayor esfuerzo al desarrollar tecnologías para paliar los efectos de la producción y uso de hidrocarburos.
Adaptarse se tiene que hacer con una financiación justa y asequible sin que los prestamistas, los países desarrollados, impongan las condiciones. Países en desarrollo sin recursos energéticos - y favorables a la extinción de los hidrocarburos- presionan por su parte para que se establezca cuanto antes mejor un fondo de pérdidas y daños, el capital de los cuales y su gestión (quien, como, cuando y bajo qué criterios se paga), es motivo también de tensiones.
Emiratos Árabes: uno de los reyes del petróleo acoge la COP28
El país anfitrión, Emiratos Árabes, ha levantado polvareda en sí mismo. La contradicción que uno de los principales productores de petróleo y, por lo tanto, defensor acérrimo de retrasar la reducción del consumo de combustibles, acoja la cumbre no ha pasado desapercibida. Ya no solo es que los intereses nacionales de los EAU sean abiertamente contrarios a algunos de los aspectos más importantes de la lucha contra el cambio climático, es que es un país que abiertamente no cumple con sus restricciones climáticas, que aceptó voluntariamente. Así lo publica The Guardian, que se ha avanzado que los Emiratos Árabes Unidos infringe su propia prohibición de la torsión rutinaria de gas.
Por si todo eso fuera poco, la falta de libertad de expresión y protesta a los Emiratos Árabes también marca la COP28. Si el año pasado en Egipto se criticó mucho la represión de las autoridades a los activistas climáticos y defensores de los derechos humanos, este año esta preocupación se multiplica en Dubai, capital de un país que es una monarquía federal.