El coronavirus y el confinamiento han significado muchas restricciones en nuestro día a día. Al principio sólo se podía salir para ir a comprar, a la farmacia o pasear al perro. Ahora también se permite caminar o hacer deporte. Eso sí, en unas horas marcadas. Este hecho puede comportar que algunas personas sientan o sufran ansiedad porque lo tienen que hacer justo en aquella franja "impuesta".
Así, hay personas que esperan impacientemente la hora del día para poder salir a hacer deporte o caminar. Una sensación que puede llegar a ser angustiante. "Nadie nos obliga a salir de casa, si quiero me puedo quedar en casa, y si me apetece, salgo", expone la psicóloga del Centro de Psicología Dendros Eva Aguilar, y detalla que somos nosotros mismos los que nos marcamos las ganas de hacer las cosas.
El miedo al coronavirus
Una vez hemos salido a la calle y hemos superado los nervios de estar esperando todo el día para hacerlo podemos notar que tenemos más gente alrededor. La sencilla razón es que no sólo nosotros estamos autorizados a salir, es precisamente la hora de los paseos y de hacer deporte.
"En lugar de concentrarnos en la gente que nos encontramos por la calle, podemos decidir cómo disfrutar la experiencia. Si paseamos y sólo nos repetimos 'no te fijes en la gente que hay en la calle', lo único que pensaremos será en la cantidad de gente que hay en la calle", expone. "Pensamos en aquello que nos dicen que no pensemos".
Por otra parte, mucha gente tiene miedo de salir a la calle. "Si una persona, por ejemplo, no ha salido en 40 días, puede ir acostumbrándose haciendo pequeñas salidas", detalla. "Al principio, puede ir hasta la puerta del portal de su casa, y si tiene ganas, hasta el final de su calle" y señala que la clave es "ganar confianza".
De esta manera tenemos que intentar no pensar en aquello que no podemos controlar, en todo aquello que hemos tocado o lo que no hemos tocado o si lo hemos tocado suficiente rato como para que haya opción de contraer el virus. Aguilar aconseja que "no nos inventemos películas" e intentemos "focalizar la atención en cosas más agradables".
Controlar los nervios a la hora de salir a la calle
Estos días nos puede dar la sensación de estar sobreinformados sobre el coronavirus. Sin embargo, el virus sigue siendo muy nuevo. ¿Cómo reacciona nuestro cuerpo cuando estamos muy nerviosos? "Si estamos en una posición de muchos nervios, todo nuestro cuerpo estará hiperactivado", comenta la psicóloga. "Respiro de forma superficial, y no paro de repetirme que 'no tendría que estar nerviosa'".
Pero repetirnos que no queremos estar nerviosos no nos ayuda nada y "retroalimenta" la sensación. Una buena manera de ayudar a tranquilizarnos, según Aguilar, es observándonos. "Tenemos que ser conscientes de lo que nos está pasando por dentro. Fijarnos en la respiración, el ritmo cardiaco... La observación ayuda a transformar", concluye.
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