El Decreto de Alarma por coronavirus ha puesto en una situación límite las perreras y las asociaciones voluntarias de acogida a perros y gatos ya que el servicio de atención al público ha quedado totalmente prohibido, excepto en casos excepcionales que se dieron, sobre todo, durante los primeros días de confinamiento.
ElNacional.cat ha hablado con diferentes representantes y todos coinciden en que hace falta actuar y plantear alternativas para dar salida a estos animales. El otro drama que viven es que los abandonos, en contra de lo que se pueda pensar, continúan al alza y una parte de la sociedad todavía piensa erróneamente que puede contraer el coronavirus a través de estos animales.
Medidas alternativas
Sandra Mozos, una de las responsables de la Asociación de voluntarios APA Pupect, explica que "se están planteando llevar a cabo las adopciones a través de skype". Para dar un perro se siguen unos protocolos muy estrictos: se tiene que pasar un cuestionario previo y dos entrevistas, primero invitan al interesado a conocer el animal en la casa de acogida y después una persona de la asociación se traslada al que pasará a ser el lugar de residencia del perro interesado. En paralelo, un veterinario tiene que certificarlo sanitariamente y por lo tanto hay una cadena de actuación que ahora es del todo imposible.
Mozos explica que están viviendo casos de desesperación: "Nosotros también acogemos perros procedentes de Andalucía porque allí se permite sacrificarlos y hemos detenido todos los viajes y las casas de acogida que funcionaban como puntos de transición hasta que encontramos una familia para ellos". Los cachorros también son el otro factor de riesgo, Mozos cita un ejemplo: "Ahora mismo tenemos una madre con unos cachorritos que tienen que salir, no pueden estar tantos meses cerrados y la voluntaria trabaja en uno geriátrico y no puede mantener durante tantas horas el cuidado de estos animales".
El caso de las perreras públicos es similar. Sílvia Serra, presidenta de la Protectora de Animales de Mataró, explica que han dado en adopción "a domicilio y extremando las precauciones" pero fue en los primeros días y ahora quieren plantear medidas a largo plazo que sean efectivas.
Serra también reclama más seguridad para los trabajadores de estas perreras: "Tenemos que extremar las precauciones para todo el mundo". La vía telefónica es una de las soluciones que se plantean: "La gente quiere adoptar o acoger pero el problema es que no se pueden acercar a nuestros refugios".
Siguen incrementando los abandonos
Desde la Protectora de Mataró, también se sorprenden de los abandonos durante el confinamiento. El Decreto de Alarma permite pasear los perros y creían que eso podía ser una medida que ayudara a frenarlo pero no es así. Desde el 13 de marzo, han recibido 21 animales y tan sólo tres llevaban microchip, por lo que "certifica que la falta de escrúpulos con estos animales sigue existiendo", lamenta Serra.
También se han encontrado casos esperpénticos. En la Protectora de Badalona tienen un terrier blanco que estaba abandonado dentro de un coche. Según les informaron, la persona responsable lo alquilaba por horas y el resto del día lo tenía cerrado en el automóvil. Por todo ello, Serra avisa: "Nos estamos quedando sin jaulas para acoger los perros".
Piden más información
La evolución y el tiempo que dure el confinamiento determinará las consecuencias que pueden sufrir todos estos colectivos y cómo encarar el reto de poder llegar al colapso. También reclaman más información y ayudas.
Mozos recuerda que el protocolo "no determina cuántas veces se puede pasear un perro y desde qué distancia respeto donde vives se puede hacer". Por eso, reclaman una mayor atención y "no dejarlo a la suerte de la autoridad competente que en aquel momento te encuentres o la generosidad de cada municipio".