A tod España hay más de 30 millones de personas que utilizan WhatsApp. La aplicación que llega este 24 de febrero a los 13 años de vida se ha convertido en la herramienta que utiliza casi todo el mundo para hablar con sus amigos y familiares. Los datos que recogen varios portales sobre tecnología aseguran que un 84% de personas lo utilizan para sus comunicaciones diarias y más de una vez al día. Solamente un 10% de personas, según Statista, únicamente utiliza WhatsApp una vez al día. Pero hay cosas de las cuales se hacen cada día en esta aplicación de mensajería instantánea que nos pueden traer problemas. Hay leyes que aunque están pensadas para ser aplicadas en otros entornos, y si bien los servidores que alojan toda la información de esta aplicación no están en Europa, también se aplican en esta plataforma, como por ejemplo, la Ley de Protección de Datos, tal como detalla Eduard Blasi, profesor de los Estudios de Derecho de la Universidad Abierta de Catalunya.
El abogado experto en protección de datos apunta cuatro cosas de las cuales hace casi todo el mundo a WhatsApp y que nos pueden traer problemas legales importantes. ¿Quién no ha enviado una captura de pantalla de una conversación con terceros? Pues eso no se puede hacer. Hay que tener en cuenta que a las capturas de pantalla se muestran conversaciones que pueden identificar a una persona de manera directa o indirecta, hecho que podría comportar una infracción en materia de protección de datos.
Una captura de pantalla de una conversación permite identificar a los participantes gracias a la información del contexto y eso podría incurrir en una infracción de la Ley de Protección de Datos, ya que la normativa en este ámbito no solamente se aplica a los datos identificados —como el nombre y los apellidos, el DNI o el número de teléfono—, sino también a los datos identificables, es decir, en las que permiten saber quién hay detrás de la conversación sin tener que hacer un esfuerzo desproporcionado. Pero también se podría incurrir en delito. Concretamente, en los casos más graves, si se difunde una conversación privada de terceras personas, un posible delito de descubrimiento y revelación de secretos.
Fotografías por WhatsApp
Compartir imágenes por WhatsApp también nos puede traer problemas si se hace sin seguir la ley o sin tener en cuenta la normativa vigente. El profesor Blasi apunta dos casos. El primero la difusión de una operación policial, por ejemplo, si eso ataca en los cuerpos policiales, que la autoridad nos podría perseguir en base de la Ley de Seguridad Ciudadana, la 04/2015. El segundo, en casos más graves, compartir fotografías íntimas de una tercera persona mediante WhatsApp podría hacernos incurrir en un delito por|para daños y perjuicios, por una posible lesión del derecho al honor, a la intimidad o a la misma imagen.
Alerta con añadir personas a un grupo de WhatsApp
La creación de grupos de WhatsApp tampoco está en el margen de la normativa de protección de datos, apunta al docente de la UOC. De hecho, para añadir a una persona en un grupo de WhatsApp profesional hay que pedirle previamente el consentimiento. Hace poco, la Agencia Española de Protección de datos impuso una sanción en un gimnasio porque había creado un grupo de WhatsApp y había añadido a una exsocia. Tuvieron que pagar una buena multa.
Y sin dejar los grupos, hay también otra acción que mucha gente ha hecho y que también nos puede traer problemas. La Autoridad Catalana de Protección de Datos (APDCAT) ha sancionado hace poco un ayuntamiento por haber creado un grupo de WhatsApp con los ciudadanos, a pesar de haberles pedido previamente el consentimiento. La razón es que, cuando se añaden estos contactos, hay datos que inevitablemente quedan expuestos —como la foto, el nombre, los apellidos o el número de teléfono móvil—, y eso vulnera la confidencialidad.
En este caso, si se trata de un grupo corporativo con miembros que no se conocen entre sí, se tendría que optar por una lista de distribución, en lugar de un grupo, ya que la lista permite enviar mensajes individuales sin exponer datos de terceras personas.