El Gobierno ha conseguido salvar a última hora el decreto que a finales de junio permitió relajar el uso de las mascarillas al exterior. El Congreso lo ha avalado de nuevo, eso sí, entre fuertes críticas por mantener esta medida cuando la incidencia acumulada sigue aumentando día tras día y ya se sitúa a los 600 casos. El PP ha votado en contra, mientras ERC, Junts, la CUP, el PNV y Vox se han abstenido. Los partidos del gobierno de coalición, Cs y Bildu han apostado por que siga siendo opcional.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha querido defender esta medida, recordando que el decreto no prohíbe el uso de las mascarillas en la calle, sino más bien el contrario. En este sentido ha puntualizado que el decreto solo flexibiliza su uso en espacios exteriores, siempre que se pueda mantener la distancia de seguridad entre ciudadanos, fijada en el metro y medio. Así, según Darias, "La regla general es que las mascarillas siguen siendo obligatorias" mientras que el decreto "nos permite seguir luchando contra la covid pero haciendo más llevaderas nuestras vidas".
El PP, en contra del decreto
En este sentido, ha recordado el hito que ha alcanzado España en el proceso de vacunación esta semana, llegando a cubrir más de un 50% de la población con la pauta completa. Por eso, ha recordado que "tenemos una parte muy importante de la población protegida". Aunque la ministra ha asegurado que confía en la población y considera que está respetando las normas, ha lamentado que se produzcan imágenes de aglomeraciones de personas sin mascarilla.
El PP ha sido único grande partido que ha votado no a mantener el decreto, criticando que esta decisión se haya tomado cuando el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés) haya pedido a los países que no relajen medidas de protección como la distancia de seguridad y el uso de mascarillas, especialmente entre los jóvenes. Fue este organismo quien situó en Catalunya en alerta máxima por los contagios de covid la última semana, y por lo tanto, recomendó que no se viaje al país.
Vox, que se ha abstenido, ha aprovechado igualmente la ocasión para criticar el uso partidista que hace el gobierno, según el partido ultra, de las medidas para controlar la pandemia. El uso de las mascarillas, consdiera el partido de Abascal, no tendría que estar "vinculado a la urgencia de La Moncloa para dar buenas noticias o a los caprichos de propaganda gubernamental". Por su parte, Esquerra y el PNV han justificado su abstención en el hecho de que estamos en un contexto está subiendo la incidencia en que, especialmente en Catalunya, donde la situación es "crítica", según ERC.
Situación epidemiológica muy diferente
El 26 de junio, cuando entró en vigor este decreto, la incidencia acumulada era de 95 casos por 100.000 habitantes por todo el estado, con 4.900 casos notificados el día anterior. En aquel momento, había 2.366 pacientes en los hospitales y 641 de críticos, unas cifras que tendían a la baja. Según los últimos datos notificados por Sanidad, la incidencia ha subido hasta los 622 casos en menos de un mes, registrando 27.286 casos en 24 horas. Además, la presión en los hospitales también ha crecido exponencialmente, ayer había 6.856 personas ingresadas en los hospitales y 1.116 en las UCI.
Por eso, algunas comunidades ya han manifestado al presidente español la necesidad de que se vuelva a hacer obligatoria la mascarilla. El lehendakari Urkullu le mostró a Sánchez su "preocupación" porque el decreto ha hecho que mucha gente prescinda de la mascarilla. Desde la Junta de Andalucía han criticado que la decisión fue precipitada y Catalunya también se muestra favorable a qué se vuelva a implementar. Balears intentó que volviera a ser obligatoria, aunque finalmente su uso se ha quedado en una recomendación.