Día 02. Después de desayunar, a primera hora de la mañana, hemos proseguido nuestra particular experiencia en Sicilia. Hoy hemos dedicado la jornada, íntegramente, a conocer con profundidad Catania, la capital histórica de Sicilia; y la única ciudad de la isla que ha sido catalanohablante. Fue entre los siglos XIII y XV, cuando Sicilia formó parte del edificio político catalanoaragonés; o bien fue gobernada por miembros de la rama siciliana de los Bel·lònides catalanes. A partir de la conquista catalana de 1282, Catania fue el punto de destino de miles de catalanes, valencianos y mallorquines; funcionarios civiles y militares, comerciantes marítimos; y después de 1424, fecha de la fundación de la universidad, profesores que implantaron la lengua catalana.

Precisamente para conocer como arraigó esta colonia catalana, que divulgó el catalán en la ciudad hasta convertirlo en la lengua del gobierno, de la cultura y de los negocios, hemos conocido el castillo Ursino; su foso, su muralla y sus dependencias internas. Esta impresionante fortaleza, que antes de las violentísimas erupciones volcánicas y terremotos de la centuria de 1600 estaba situada en los acantilados sobre el mar y hoy se encuentra a un kilómetro de la línea de costa, tiene una particularidad que ilustra la extraordinaria relación entre Sicilia y Catalunya. Entre 1282 (conquista catalana de Sicilia) y 1479 (unión dinástica de los Reyes Católicos), el castillo Ursino fue la residencia de los reyes de la corona catalanoaragonesa en Sicilia.

Catania. Castello Ursino
El Castello Ursino de Catania.

Después nos hemos sumergido en la raíz más profunda de la ciudad: hemos visitado el Teatro Grecorromano, la edificación más antigua de Catania, sus galerías, sus gradas y su escenario. Construido por los griegos durante la centuria del 500 a.C. (hace 2.500 años), fue posteriormente reformado y ampliado en varias ocasiones por los romanos (siglos II a.C. en V d.C.) hasta convertirse en uno de los mayores teatros del mundo: tenía una platea para acoger 6.000 espectadores y un escenario donde se representaban las tradicionales tragedias del teatro grecorromano. Los romanos dotaron este edificio de un complejo sistema de conducción de agua que permitía inundar el escenario y convertirlo en un pequeño mar donde se representaban las batallas marítimas.

Catania. Teatro Grecorromano
Teatro Grecorromano de Catania.

Acto seguido, hemos comido en un restaurante de Catania, que tiene el comedor situado en una terraza protegida por toldos. Allí hemos tenido ocasión, de nuevo, de probar la gastronomía siciliana: salumi di madre, focaccia de pesce spada, carpaccio de tonno, y ricotta salata, todo regado con excelentes vinos sicilianos. Y a continuación hemos visitado y conocido el Monasterio de San Benedetto, el edificio monástico más grande del mundo, construido después del terremoto de 1693 sobre un anterior edificio devastado por aquel fenómeno natural. Hemos conocido sus impresionantes estancias interiores y sus misteriosas galerías subterráneas, excavadas después del terremoto. San Benedetto, destino de muchos hijos segundones de las familias aristocráticas, se convertiría en uno de los pocos palacio-monasterio del mundo.

Catania. Monasterio de San Benedetto
Monasterio de San Benedetto en Catania. 

 

Catania. Vía Santa Anna
Vía Santa Anna en Catania.