Día 04. Después de desayunar, a primera hora de la mañana, hemos proseguido nuestra particular experiencia en Sicilia. Hoy, por la mañana, nos hemos desplazado hasta Noto, situada a 90 kilómetros en el sur de Catania; y que es la ciudad que acoge la máxima densidad mundial de arte barroco. A mediodía nos hemos acercado hasta Feudo Maccari, una gran finca de origen medieval, situada en el extremo suroriental de la isla, cerca de Pachiano y casi sobre el vértice meridional del triángulo siciliano, y que en la actualidad es una prestigiosa bodega de elaboración de vinos. Y por la tarde, hemos visitado y conocido la ciudad de Siracusa, su barrio medieval pero de remoto origen grecorromano, denominado Ortigia y situado sobre una isla totalmente fortificada y unida a Sicilia a través de dos puentes.

A las 10.00 hemos pasado la Porta Fernandina de Noto, edificada en el siglo XVIII, y nos hemos adentrado en el conjunto arquitectónico y urbanístico barroco más compacto y espectacular del mundo. Noto, situada en la cima de una colina a cinco kilómetros de la línea de la costa y en un entorno agrario de olivo, viña y trigo; fue el epicentro del terrible terremoto de 1693, que cambió para siempre la fisonomía de la fachada oriental de Sicilia. La nueva Noto se reedificó con una unidad de criterio arquitectónico y urbanístico que nos entusiasma. Los templos religiosos, los palacios civiles de las oligarquías terratenientes de la región, y las calles en damer y empedrados con losas de piedra cortadas, forman un sorprendente conjunto que nos ha sumergido en las primeras décadas de 1700.

Noto. Calles de la ciudad / Marc Pons
Noto. Calles de la ciudad / Marc Pons

A la hora de comer nos hemos acercado a Feudo Maccari, a unos cinco kilómetros de Noto, y hemos tenido ocasión de visitar una de las pocas bodegas de Sicilia y de Italia que conservan formas tradicionales de producción adaptadas a la modernidad. Hemos hecho una ilustrativa visitada en la bodega, conducida por los enólogos de la finca, que nos han explicado algunas de las características de la uva de la zona (han insistido mucho en la bondad de la composición arenosa y calcárea de la tierra); y, algunas características de su particular sistema de elaboración y maduración de vinos y de aceites. Acto seguido hemos hecho una cata de seis vinos sicilianos, elaborados en la finca, a la vez que comíamos unos platos de pasta y de berenjena con carne picada y tomate sofrito, típicos de la gastronomía de la isla.

Feudo Maccari. Viñas / Marc Pons
Feudo Maccari. Viñas / Marc Pons

Después de comer nos hemos dirigido a Siracusa. Allí hemos visitado Ortigia, la isla fundacional de la ciudad; que conserva varios restos de la época grecorromana. Ortigia, también devastada por el terremoto de 1693, fue totalmente reconstruida durante el siglo XVIII, siguiendo una unidad de criterio y, a la vez, una ambición de singularidad. En Ortigia, se trazó la primera plaza de planta elíptica de Europa; la del Duomo y la del Palazzo Borgia dei Casale. Precisamente, hemos hecho a una visita exclusiva y personalizada al interior de este palacio del siglo XVIII, edificado por un descendiente de los Borja valencianos, a cargo del personal de recuperación del patrimonio de la casa, que nos ha transportado a la cotidianidad de una familia noble siciliana de la época.

Siracusa. Palazzo Borgia dei Casale / Marc Pons
Siracusa. Palazzo Borgia dei Casale / Marc Pons