La Cruz Roja y la Diputación de Barcelona a través del Área de Igualdad y Sostenibilidad han impulsado por 8.º año consecutivo la campaña #GransLovers con la cual se pretende sensibilizar la población sobre la importancia de los programas dedicados a las personas mayores y promover que la ciudadanía se implique en el voluntariado con este colectivo. El objetivo de este tipo de campañas impulsadas por Cruz Roja es fomentar la independencia y la autonomía de las personas
grandes, detectando y combatiendo situaciones de vulnerabilidad y promoviendo la participación de los usuarios y usuarias en espacios sociales y comunitarios. La demarcación de Barcelona cuenta con 892 personas voluntarias que trabajan para mejorar la calidad de vida de las personas mayores en varios proyectos donde se abordan diferentes problemáticas, que han permitido llegar a 6.755 personas a lo largo de 2022.
La soledad no querida, principal problemática
Los resultados del primer informe del Observatorio sobre 'Soledad no querida', revela que ocho de cada diez personas atendidas por la Cruz Roja experimentan algún tipo de soledad no querida y de estas, el 22% admite sufrir soledad grave o muy grave. El informe también alerta de que los jóvenes son el colectivo con los indicadores más altos, donde sólo un 20% considera que "no está solo". El estudio señala que las personas que sufren pobreza, exclusión y marginación social tienen más posibilidades de sufrir soledad, un hecho que también se relaciona directamente con el nivel de ingresos.
El estudio se ha elaborado a partir de las encuestas realizadas los meses de febrero a mayo de 2022 a un total de 1.511 personas atendidas por la entidad. Sorprendentemente, los indicadores más altos se dan entre el grupo de personas con edades comprendidas entre los 18 y los 29 años, mientras que los indicadores más altos de ausencia se dan entre las personas mayores. Con respecto a aquellas personas que pertenecen a colectivos más vulnerables – migrantes, personas con discapacidad, paradas, o por ejemplo madres monoparentales – presentan unos indicadores superiores a la media y, en los casos donde confluyen dos o más factores, la soledad aumenta de forma exponencial. Con respecto a la visión de vivir solo es más desfavorable entre los hombres y esta diferencia aumenta todavía más con la edad. Así, una de cada tres personas menores de 65 años quiere vivir sola cuando llegue a la vejez y entre las mujeres, esta es la opción mayoritaria. Finalmente, el informe destaca que el 75% de las personas no disponen de ningún tipo de apoyo profesional ni tecnológico para su cuidado o la de su familia. A partir de los 80 años, más de la mitad reciben algún tipo de servicio.
El papel de las nuevas tecnologías
El informe de la Cruz Roja muestra que las nuevas tecnologías pueden ayudar a paliar la situación de soledad. Así pues, siete de cada diez personas encuestadas utilizan de forma diaria aplicaciones y herramientas, así como videollamadas para hablar con otras personas. De hecho, tres de cada diez consideran que pueden ayudar a mejorar su calidad de vida y este porcentaje se sube hasta cerca del 50% entre las que tienen acceso a internet. Sin embargo, la entidad alerta de los casos de personas que se relacionan principalmente de forma virtual, las cuales pueden presentar indicadores de soledad más elevados.
Finalmente, el documento también pone de relieve que el confinamiento y las restricciones impuestas durante la pandemia provocaron un incremento del sentimiento de soledad y unos cambios en las maneras de relacionarse que tienden a convertirse en habituales. Así, una de cada cuatro personas ha visto incrementado el sentimiento de soledad durante la pandemia, un aumento que ha sido más acusado entre las mujeres de los colectivos más jóvenes y entre los hombres que viven solos.