El gobierno aranés está en pie de guerra. La Generalitat aprobó este mes de junio una ley a contrarreloj para blindar el catalán en la escuela ante las injerencias del TSJC (Ley 8/2022), pero esta nueva norma, dicen, eliminó el carácter de lengua vehicular del aranés. Para evitar la imposición del 25% de castellano en las aulas que exigía el tribunal los grupos parlamentarios no tuvieron en cuenta que en el Arán la lengua vehicular no es el catalán sino el occitano. En concreto, denuncian que en el artículo 2, no se reconoce el aranés como lengua oficial y se le da el carácter de "lengua de uso curricular y habitual".

 

Ahora, el Conselh Generau ya ha exigido oficialmente al Parlamento que se enmiende la ley y se recupere el aranés, una propuesta que se ha visto con buenos ojos por parte de los grupos, que defienden que hay otras normativas lingüísticas que de manera explícita protegen el occitano en el ámbito educativo. Sin embargo, desde el gobierno de Arán denuncian que las competencias en este ámbito están "laminadas y compartidas" con la Generalitat y exigen "garantizar la seguridad jurídica" del aranés, una lengua cada vez menos utilizada en nuestro país. Y es que ahora mismo no llega al 20% de uso social.

¿Cuál es la situación del aranés en las escuelas?

Ya hace 38 años que el aranés es la lengua vehicular y que el Conselh lucha incansablemente por impulsar esta lengua entre los más pequeños. Al empezar la escuela, los alumnos de P3 aprenden sólo en aranés y con el paso de los años se incorporan más lenguas (catalán, castellano, inglés y francés). Según el plan, cualquier alumno escolarizado allí acaba la educación primaria pudiendo comunicarse perfectamente en aranés. Posteriormente, en la ESO, la lengua y la cultura occitana son una asignatura obligatoria y a Bachillerato se convierte en optativa.

El problema es que fuera de las aulas el aranés no es la lengua habitual entre los niños y los jóvenes. En buena parte, por la falta de referentes y apoyo lingüístico en películas, canciones o contenidos a las redes sociales. En consecuencia, que las nuevas generaciones no hablen aranés ha hecho retroceder su uso en un 20% a favor del castellano, la lengua predominante ahora mismo en el Arán.

Según los últimos datos del IEA, el 55,1% de araneses hablan habitualmente en castellano. Sólo el 17,6% lo hacen en aranés, mientras que el 16,4% utilizan el catalán y un 10,6% otras lenguas, que probablemente se acabarán incorporarán al castellano. En cambio, si hacemos una mirada al pasado, los datos muestran que el año 1983 un 60% de la población usaba habitualmente al aranés, un 30% el castellano y un 10% el catalán. El 80,7% de la población de la Vall d'Aran entiende al aranés y el 55,6% lo sabe hablar, sin embargo, en cambio, en el uso preferente ha habido un crecimiento de 17,1 puntos del castellano

La respuesta del Govern a las quejas por la nueva ley

Por su parte, el Govern ha afirmado que a pesar de la mala redacción de la ley que blinda el catalán, "el aranés mantiene plenamente el carácter de lengua vehicular de la enseñanza, tal como prevén otras normativas de manera explícita, concretamente la ley de educación de Catalunya, la ley del occitano – aranés en el Arán – y el decreto ley 6/2022, de 30 de mayo, por el cual se fijan los criterios aplicables a la elaboración, la aprobación, la validación y la revisión de los proyectos lingüísticos de los centros educativos". Además, señalan que la norma reconoce expresamente el carácter vehicular del aranés en la disposición adicional tercera y reiteran su compromiso con el occitano. Esté como sea, con los enredos jurídicos aparte, lo que parece claro es que el uso del aranés va a la baja y que hacen falta más estructuras sociales y políticas de país que pongan el occitano en un lugar prioritario.