Esta semana se ha cumplido el quinto aniversario del inicio del confinamiento, una medida drástica que llegó poco después de la aparición inesperada de un nuevo virus que sembró el pánico en todo el mundo. Según la versión más aceptada, el virus comenzó a circular en China, con la ciudad de Wuhan como epicentro de la pandemia, y desde allí se propagó a Milán. Poco después, se dieron a conocer los primeros casos en España, incluyendo algunos pacientes catalanes. Antes de que se decretara el estado de alarma, el Govern confinó Igualada, que, debido a la alta concentración de casos iniciales, se convirtió en el "Wuhan catalán".
Cinco años después de aquella experiencia traumática, todavía persisten preguntas sin respuesta e hipótesis abiertas sobre el origen del SARS-CoV-2. Las principales teorías siguen siendo las mismas que al inicio de la pandemia: la más aceptada por la comunidad científica es la del origen zoonótico natural, mientras que la hipótesis de una posible fuga de laboratorio sigue en discusión.
La teoría del origen zoonótico natural es la que respalda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según sus estudios, el SARS-CoV-2 está genéticamente vinculado a coronavirus hallados en murciélagos del género Rhinolophus. En un documento oficial fechado el 26 de marzo de 2020, la OMS afirmaba que no había evidencia de que el virus hubiera sido manipulado en un laboratorio. Se cree que pasó a los humanos a través de un huésped intermedio aún no identificado.

Los primeros casos estuvieron relacionados con el mercado de Huanan en Wuhan, aunque algunos estudios sugieren que hubo infecciones previas. En 2023, la OMS abandonó su investigación sobre el origen del virus debido a la falta de acceso a información en China, aunque insistió en que continuar con estos estudios era crucial para prevenir futuras pandemias. En diciembre de 2024, volvió a solicitar más transparencia a China, pero Pekín rechazó las críticas.
El mercado de Huanan
Las dificultades para investigar en China complican alcanzar una conclusión definitiva, pero sí se considera probable que el mercado de Huanan desempeñara un papel clave en el origen de la pandemia. Se sospecha que allí pudo producirse el salto del virus de un animal a un humano, ya que en el mercado se vendían animales salvajes vivos. Estudios genéticos han evidenciado que el virus presenta características que sugieren una evolución natural, como la adaptación de su proteína espiga para infectar células humanas, algo que ya se ha observado en otros coronavirus zoonóticos como el SARS y el MERS.

¿Qué falta para confirmar esta hipótesis? La ausencia de un "eslabón perdido" claro (es decir, el animal intermedio exacto). Algunos expertos consideran que podría no encontrarse nunca, debido a la dificultad de rastrear eventos ocurridos en el pasado.
La hipótesis de la fuga de laboratorio
Esta es, sin duda, una de las hipótesis más polémicas. Sus defensores sostienen que el virus se escapó accidentalmente de un laboratorio, concretamente del Instituto de Virología de Wuhan. Argumentan que la proximidad entre el laboratorio y el mercado, sumada al hecho de que el centro estudiaba coronavirus de murciélagos, refuerza esta hipótesis. También mencionan informes de inteligencia del Departamento de Energía de EE. UU. de 2023 y la falta de transparencia del gobierno chino como indicios.
Recientemente, esta teoría ha ganado fuerza con la desclasificación de documentos en Estados Unidos y declaraciones de expertos que sostienen que sigue siendo una posibilidad. En diciembre de 2024, un informe del Congreso de EE. UU. sugirió que el virus podría estar relacionado con investigaciones financiadas por Estados Unidos en Wuhan. Sin embargo, no existen pruebas concluyentes y muchos científicos sostienen que no hay evidencia directa (como secuencias genéticas manipuladas) que respalde la hipótesis de la fuga. Además, las similitudes del SARS-CoV-2 con coronavirus naturales debilitan aún más la teoría de su diseño artificial.
Otras hipótesis
Más allá de estas dos teorías principales, han surgido otras hipótesis alternativas. Por ejemplo, la posibilidad de que el virus se haya transmitido a través de la cadena alimentaria (mediante alimentos congelados), una idea promovida por China, pero considerada poco probable por la OMS. También hay investigaciones que sugieren que el virus pudo haber circulado antes de diciembre de 2019, basándose en estudios de aguas residuales en Europa. Sin embargo, ninguna de estas hipótesis cambia el debate central entre el origen zoonótico y la fuga de laboratorio.