¿Sabías que tu nevera puede ser uno de los mayores consumidores de energía en tu hogar? Con el constante funcionamiento las 24 horas del día, este electrodoméstico puede representar hasta el 30 % del total del consumo energético de tus dispositivos. Es crucial entender cómo afecta esto a tu factura de luz y qué medidas puedes tomar para optimizar su eficiencia.

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En este artículo te vamos a mostrar por qué es importante elegir bien el frigorífico y optimizar su uso a la hora de ahorrar en la factura de la luz. Como verás en la siguiente tabla, aunque otros electrodomésticos (como los lavaplatos, las vitrocerámicas, los ordenadores, las aspiradoras o las lavadoras) tienen la fama de ser los que más energía consumen, debes saber que si bien en términos de potencia esto es cierto, no lo es en lo que se refiere al consumo total. 

Debido a que la nevera funciona constantemente, su consumo total puede ser más alto que el de otros electrodomésticos en un período prolongado. Por lo tanto, en términos de consumo acumulado, la nevera puede llegar a ser uno de los electrodomésticos que más energía consume en casa en un período de tiempo más largo.

¿CUÁNTO GASTAN LOS ELECTRODOMÉSTICOS? Por cada uso Al mes
Secadora (algodón, 4 veces semana) 0,63 € 10,14 €
Lavavajillas (1 vez al día) 0,24 € 7,21 €
Frigorífico (24 h x 30 días) 0,21 (al día) € 6,43 €
Lavadora (algodón, 4 veces por semana) 0,33 € 5,25 €
Televisor (4 horas diarias) 0,11 € 3,27 €
Horno (2 veces por semana)  0,32 € 2,54 €

Fuente: OCU

Cuánto consume una nevera de media

El consumo eléctrico de una nevera puede variar considerablemente, desde los 500 Wh/24h hasta los 1.100 Wh/24h para los modelos más grandes. Esta diferencia puede significar hasta 30 euros al año en tu factura. Por ello, es esencial considerar la eficiencia energética al elegir un nuevo refrigerador.

Cuánto consume una nevera según su clase energética

Es importante buscar un frigorífico con una calificación cercana a la A para garantizar su eficiencia. Además de ahorrar dinero en tu factura de luz, contribuyes a reducir el impacto ambiental. Fíjate en las diferencias de consumo que puede haber entre un frigorífico de clase energética A (el más eficiente) y uno de clase G (el menos eficiente).

Clase energética nevera Consumo anual
Clase energética A 150 kWh
Clase energética B 175 kWh
Clase energética C 284 kWh
Clase energética D 322 kWh
Clase energética E 374 kWh
Clase energética F 507 kWh
Clase energética G 646 kWh

 

Cuánto consume una nevera también depende de cómo la usas

Además de la eficiencia energética de la nevera, también influye en la cantidad de energía que gasta el cómo la utilizas. Ten en cuenta estos consejos prácticos que hacen que puedas optimizar la eficiencia de tu nevera y reducir tanto tu factura de luz como tu impacto ambiental.

  • Si puedes elegir, pon tu nevera en un lugar fresco y ventilado, evitando la exposición directa al sol. Esto ayuda a reducir la carga de trabajo del sistema de enfriamiento, ya que el ambiente circundante no estará tan caliente, lo que significa que la nevera no tendrá que trabajar tan duro para mantener temperaturas internas más frías.
  • Limpia regularmente la parte posterior de la nevera para garantizar un intercambio de calor óptimo. Cuando se acumula polvo y suciedad en la parte posterior, el sistema de refrigeración puede tener dificultades para disipar el calor generado, lo que resulta en un consumo de energía más alto.
  • Ajusta la temperatura del frigorífico y el congelador según las recomendaciones. Configurar temperaturas demasiado bajas obliga al sistema a trabajar más para mantenerlas, aumentando el consumo eléctrico innecesariamente.
  • Evita dejar la puerta abierta innecesariamente y organiza los alimentos para encontrar los alimentos que buscas rápidamente. Esto ayuda a reducir la pérdida de frío cada vez que se abre la puerta, lo que significa que la nevera no necesita trabajar tanto para volver a enfriar el interior.
  • Programa un mantenimiento regular, incluida la descongelación y limpieza periódica. Este pequeño gesto garantiza un funcionamiento eficiente del sistema de refrigeración y, en determinados modelos de neveras, ayua a evitar la acumulación excesiva de hielo, lo que puede disminuir la eficiencia energética de la nevera.
  • Desenchufa el frigorífico durante largas ausencias para evitar el consumo innecesario de energía. La nevera no necesita seguir funcionando cuando no hay alimentos dentro que requieran refrigeración.