Cuatro doctorandas de Biomedicina han denunciado haber sufrido acoso laboral por parte de un catedrático de la Universidad Pompeu Fabra (UPF). Los hechos habrían pasado durante el transcurso de su doctorado, según ha explicado el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC) del Campus de la Ciutadella a través de las redes sociales. El escrito asegura que las mujeres comunicaron la situación al centro universitario, pero que no recibieron "ninguna respuesta efectiva". Desde la universidad han confirmado "tener conocimiento" del caso desde hace "unos días" y han asegurado que ya han activado "los procedimientos internos oportunos, incluido un expediente informativo". Asimismo, la UPF ha informado de que se está haciendo el "seguimiento correspondiente" y que "si procede, se harán las actuaciones que sean pertinentes".
El sindicato muestra apoyo a las mujeres
El SEPC del Campus Ciutadella ha subrayado que este caso "va más allá" porque, aparte del testigo de las cuatro mujeres del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida, hay otras investigadoras de la universidad que "también han sufrido situaciones similares" con este profesor.
En el comunicado, han lamentado que se han encontrado "con una universidad inactiva que, lejos de ofrecer una solución a las víctimas y plantar cara al catedrático, se desentiende de las agresiones con excusas vacías". Es por eso que han reclamado "unos protocolos efectivos, una unidad de igualdad con plenas competencias y con los medios necesarios". Desde el sindicato, han querido dejar claro que se trata de un caso de acoso verbal y que desde la asociación han hecho "de altavoz de las víctimas". Asimismo, han pedido que "no se banalice el sufrimiento ajeno ni se cree rumorología".
El protocolo en casos de acoso en la UPF
La Universidad Pompeu Fabra cuenta con un protocolo "para prevenir y solucionar conflictos en materia de violencia machista, homofobia, bifobia y transfobia", según publica en su página web. La finalidad de este procedimiento es saber cómo el centro tiene que gestionar "las conductas percibidas como discriminatorias, violentas o de acoso sexual, sean en razón de sexo o en razón de orientación sexual, identidad de género o expresión de género". El protocolo, según indican, "establece unas pautas de actuación para detectarlas; investigarlas y, si procede, iniciar las actuaciones administrativas necesarias para tratar los casos o depurar posibles responsabilidades disciplinarias". El acoso verbal, que es el que han denunciado las cuatro doctorandas de Biomedicina, está incluido en los ámbitos de actuación y, ante eso, la universidad ha decidido activar los mecanismos "internos oportunos".