¡Ey! ¡Despierta! ¡Un nuevo monarca de Roma ha aparecido! Cuatro monedas de oro han revelado la existencia de Esponsiano, un nuevo emperador romano. Hasta ahora, se pensaba que Esponsiano fue el posible regente de la provincia romana de Dacia (la actual Rumania) hacia el año 260 d.C. Su existencia se basaba en unas piezas áureas encuentros el año 1713 en Transilvania, que los expertos llegaron a considerar falsas. Es por eso que la existencia de este emperador romano pasó considerarse dudosa, casi ficticia. Pero investigadores de las universidades de Glasgow y College de Londres han demostrado ahora la veracidad de las monedas de oro y, por lo tanto, que la regencia de Esponsiano fue real. Recordemos que hace poco más de dos semanas se encontraron 24 estatuas de hace 2.000 años en perfecto estado en Italia, que "reescribirán la historia" de los romanos.
El líder de la investigación, Paul Pearson, ha descrito a Efe que las piezas áureas "tienen grabado el título Imp, de Imperato, que significa comandante militar supremo" — un título reservado solo para emperadores. "Lleva una corona, que es parte de los símbolos imperiales, y tiene nombre romano", añade Pearson. Además, en el hallazgo de estas monedas de oro había otros reconocidos emperadores romanos representados: Gordiano III (238-244) y Felipe el Árabe (244-249), "todos ellos situados en el tercer siglo".
Las superficies de las piezas están "recubiertas de ralladuras, de aparente traza natural", así como de "suciedad y sedimentos depositados". Cosas así son las que han llevado a los investigadores a concluir que "o son una falsificación muy sofisticada o son auténticas". Y han resultado ser auténticas: las sometieron a un análisis de imagen y espectroscópico, para observar de cerca los patrones, el depósito de materiales y la tierra aferrada a las monedas, para poder compararlas con otras utilizadas en tiempos romanos. Et voilà!
Con la minuciosa observación se encontraron "todos los elementos de la tierra" en "los sedimentos, materiales depositados y restos" aferrados a ellas. La cosa "más increíble" fue tropezarse con el mineral silíceo, como evidencia que consigue el cementado y compactación de la tierra con "la misma aparenta que las monedas que han sido hundidas de forma genuina". El análisis también ve en su desgaste "rayas de todas las longitudes y tamaños de una forma muy significativa", de la misma manera "que en las monedas reales". Cosa que indica que estuvieron en circulación, según Pearson.
La provincia romana de Dacia
La provincia romana de Dacia fue codiciada por la cantidad de minas de oro y "fue la más complicada para los romanos de conquistar, la última a alcanzar y la primera a abandonar". Pero las fuentes históricas se contradicen: dicen que quedó "desprovista" y "perdida por roma, durante el emperador Galiano (260-268 d.C.)"; y también dicen que la población "la abandonó de forma ordenada hacia el sur, cerca del Danubio" — durante el mandato de Aureliano (270-275 d.C.). Entonces, ¿qué?
Para resolver esta discordancia, Pearson propone una hipótesis según la cual se trataba de "una población que cuidaba de su propia defensa y que perdió el contacto con Roma". Entonces, esta población "estableció su propio régimen". Eso explicaría cómo estas monedas se fabricaron de manera artesanal, "porque no había casa de la moneda oficial". De hecho, este es el motivo por el cual se podrían haber llegado a considerar falsas en su momento, cuestionando la existencia de Esponsiano.
Esponsiano, emperador de Dacia
Su circulación por la región y durante un largo periodo de tiempo respondería a la lejanía del resto del imperio y a su autosuficiencia, así como al acorralamiento por diferentes pueblos como los godos (en el este) o los carpos (en los Cárpatos). Sin embargo, ¿qué pasó con todas las monedas que circularon? Los investigadores consideran que "habrían sido retiradas para no ser oficiales en aquella época y quizás fueron fundidas durante aquel tiempo (270 d.C.)". "Por eso serían tan raras", detalla Pearson.
Esta es la hipótesis plasmada en las más de 200 páginas de investigación, llamada Autenticación de las monedas del emperador romano Esponsiano. Pearson concluye que "si Esponsiano existió y la hipótesis es correcta, habría sido uno importante comandado local, sin intención de luchar por el Imperio Romano y cuidando de la gente de Dacia" con título de emperador, tal como sugieren las monedas de oro.