El incremento de los gastos a los hogares, en especial, en cuanto a la vivienda y los alimentos, han disparado el coste de criar un hijo en Catalunya hasta los 938 euros de media al mes, un 15% más que en 2022, según el informe El Coste de la Crianza en España 2024, publicado por Save the Children. Catalunya es el territorio del Estado español donde es más caro criar una criatura, seguida de la Comunidad de Madrid, 896 euros, Euskadi, 866 euros y la Comunidad Valenciana, 839 euros, mientras que Andalucía es el territorio español donde es más económico criar un hijo, donde la media es de 722 euros en el mes. La organización ha apuntado que el económico es uno de los factores que condiciona la decisión de tener hijos y recuerda que en Catalunya nacen 1,10 hijos por mujer. El aumento del coste en la crianza se debe principalmente a la inflación, especialmente en cuanto a los suministros del hogar y la alimentación. En concreto, los gastos en alimentación han aumentado un 35% desde el 2022, mientras que la vivienda ha acumulado un aumento del 145% desde el 2018.

El informe sitúa la media de tener un hijo en España en 758 euros al mes, un 13% más que hace solo 2 años, cuando la cifra era de 654 euros. Una de cada dos familias con hijos tienen que destinar más de la mitad de su renta a gastos relacionados con la vivienda, la educación, los alimentos, la salud o el ocio, entre otros, mientras aumenta un 70% el riesgo de pobreza en los hogares con menores.

La vivienda, un gasto clave

"Criar es caro, un hecho que influye en la decisión de tener un hijo" en España, donde nacen 1,16 hijos por mujer, la tasa más baja de toda Europa, remarca este estudio, que calcula el gasto que tienen que enfrentar a las familias en las diferentes etapas de la vida de sus hijos. El análisis recuerda que el 20% de las mujeres mayores de 40 años con hijos o hijas habrían querido tener más, y de las que no han sido madres, casi la mitad lo hubieran deseado, según la Encuesta de Fecundidad, Familia e Infancia publicada en septiembre de 2024 por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El cálculo del coste de la crianza realizado por la entidad de defensa de la infancia ha evolucionado desde los 587 euros en el 2018 (antes de la pandemia) y 672 euros en el 2022, hasta los 758 en el 2024.

Las familias con niños afrontan una inflación específica superior a la media, que se denomina "inflación de la crianza", situada entre 37% y el 51%. Pero los hogares con menores han sufrido principalmente el impacto de la subida de los gastos de alimentación (el 26% en dos años) y de la vivienda y sus suministros (el 63% desde 2022), que suponen cuatro de cada diez euros. Save the Children señala que el 43% de los niños y niñas viven en hogares con serias dificultades para afrontar gastos imprevistos, hasta un 4% más respeto del 2022. "La crianza representa una carga económica considerable para las familias, especialmente en la adolescencia, y se ha convertido en un factor de riesgo significativo de pobreza", asegura Andrés Conde, director general de la entidad.

El coste de tener hijos por edades

Los gastos varían en función de la edad de los menores. Hasta los 3 años, es de 609 euros, ocupado principalmente por los gastos de conciliación: escuelas infantiles, vivienda, adaptar espacios y alimentación. De los 4 a los 6 años sube a los 692 euros, de los 13 en los 17 el coste mensual es de 807 euros, y consigue la cifra máxima, de 7 a los 12 años, con 812 euros. Las etapas próximas a la adolescencia y hasta la mayoría de edad acumulan los mayores gastos por cambios en habitaciones o la compra superior de alimentos, aunque no incluye la compra de juguetes, aunque no dispositivos tecnológicos.

La cifra de pobreza para hogares monoparentales es especialmente preocupante: la mitad de los 530.000 hogares de este tipo están en riesgo de pobreza. Como la formada por Inma y su hijo de 12 años: "Compramos menos cosas cada vez. Pescado pocas veces porque normalmente acabamos yendo a coger la misma bolsa de congelados. El fresco es demasiado caro para estar comprándolo con una frecuencia más o menos normal". El de Inma es uno de los testimonios reales que ponen rostro a las cifras del estudio. Su hijo va a un instituto con aulas TEA (Trastorno del Espectro Autista): "No le puedo pagar terapias, las hago yo en casa, pero le hago el que puedo como madre, porque como no soy su terapeuta no lo puedo tratar" cuenta.