La iniciativa popular Salvem Cal Macià ha vuelto a denunciar la degradación que sufre la casa de Vallmanya, el inmueble situado al término de Alcarràs (Segrià) donde el presidente Francesc Macià pasaba largas temporadas, y ha alertado de que un 50% de la superficie de la cubierta ya se ha hundido. En un comunicado, la asociación ha advertido que los técnicos y arquitectos vinculados al movimiento han constatado "un notable avance en el agónico proceso de degradación que sufre Cal Macià-Casa Vallmanya" con un boquete abierto en la cubierta desde hace dos años que "ha avanzado notablemente las últimas semanas, coincidiendo con los últimos episodios de lluvias."
Así, Salvem Cal Macià ha señalado al Ayuntamiento de Alcarràs y al Departament de Cultura como responsable de la degradación de esta casa de Macià por la "desprotección" de este elemento arquitectónico, a pesar de formar parte del catálogo de patrimonio cultural catalán, en categoría de Bien Cultural de Interés Local. "Estas dos administraciones, según la normativa vigente, disponen de la capacidad y las herramientas para obligar la propiedad a actuar enmendando los daños que presenta el inmueble", ha apuntado en el escrito. Sin embargo, según la asociación, estas instituciones "de manera totalmente incomprensible" han optado por "hacer caso omiso de las múltiples advertencias ciudadanas y han dimitido de las atribuciones que permitían impedir la desaparición del inmueble".
Ante la falta de respuesta, la iniciativa popular ha asegurado que se reserva "el derecho de emprender acciones legales contra las dos administraciones a lo largo de las próximas semanas", abriendo nuevas vías de actuación ante lo que consideran un "claro caso de desamparo ciudadano y de olvido de las funciones de sus responsables políticos".
Precisamente, el pasado agosto el Departament de Cultura comunicó que la casa de Francesc Macià de Vallmanya, situada en Alcarràs (Segrià), no cumple los requisitos necesarios para que sea declarada Bien Cultural de Interés Nacional", tal como había solicitado la organización Salvem Cal Macià. Según Cultura, el informe redactado por los técnicos del Departamento concluye que "a pesar de los valores históricos y arquitectónicos del inmueble" de Macià a Alcarràs, estos no son suficientes para recibir esta categorización "según establece el artículo 7 de la Ley 9/93 del Patrimonio Cultural Catalán". Asimismo, apuntó que la protección actual de la casa ya es la adecuada y que "ya protege el edificio patrimonial y urbanísticamente", pese a las reiteradas denuncias del deterioro del espacio hechas por Salvem Cal Macià.
Entre otros, el Departament de Cultura argumentó la no declaración de Bien Cultural de Interés Nacional apuntando que la casa de Macià no es un "edificio único" y también señalando que el presidente no vivía allí, sino que "solo veraneaba". "Solo en la etapa presidencial (1931-33) hizo una quincena de estancias en Vallmanya dentro de la agenda oficial como presidente: reuniones políticas, recibimiento de autoridades, salida de comitivas, etc.", respondieron desde Salvem Cal Macià, que pidió a Cultura que consulten la documentación aportada desde la plataforma.