Las denuncias por acoso, abusos sexuales y violencias machistas que se han producido últimamente en el cine, lo que se ha denominado como el me too español, han llevado al Ministerio de Cultura a impulsar una unidad de atención y prevención de este tipo de delitos en el sector cultural. El ministro Ernest Urtasun así lo prometió durante los premios Feroz del pasado 27 de enero, cuando todavía resonaba muy alto el eco del caso del director Carlos Vermut, al que tres mujeres acusaron de violencia sexual en el diario El Pais. Dos días después, salió a la luz pública a través de las redes sociales otras denuncias contra el director canario Armando Ravelo, entre ellas la de la actriz Koset, que fue víctima de acoso cuando solo tenía 15 años. El ministerio ha reaccionado, y aprovechando también la proximidad de la ceremonia de los premios Goya, ha asegurado al mismo diario que impulsará esta oficina que tendrá como objetivo "el acompañamiento de las víctimas de violencia machista y la realización de estudios específicos para la elaboración de protocolos y recomendaciones que den respuesta a las necesidades específicas de cada sector y organismo vinculado a la cultura". Desde el ministerio, también especifican que la oficina dará respuesta a las víctimas que no hayan denunciado previamente ante la policía o la justicia.
Unos Goya muy reivindicativos
El ministro Urtasun estará presente en la ceremonia de los Goya en Valladolid, donde, según el El Pais, ofrecerá más información sobre esta oficina a la alfombra roja previa a la entrega de los premios. En Valladolid también estará el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, y Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministro de Trabajo. A nadie se le escapa que esta edición de los premios Goya estarán marcados por las reivindicaciones contra las violencias machistas, como ya anunció el pasado 29 de enero la Academia de Cine, en un comunicado en solidaridad con las víctimas de violencia sexual, y en lo que adelantó que la gala de los Goya que se celebran este sábado en Valladolid serán una plataforma para dar visibilidad a esta lucha. "Las actitudes machistas, los abusos de poder y la violencia contra las mujeres, que puede adoptar formas muy diversas, están presentes de manera transversal en toda la sociedad, y el sector audiovisual no es una excepción. Esta institución, que representa el conjunto de profesionales de la cinematografía en nuestro país, quiere condenar cualquier abuso y reafirmar su total repulsa ante estos actos, así como su solidaridad y apoyo a las víctimas que denuncian estos abusos y la necesidad de seguir denunciando cualquier situación de este tipo", decía el comunicado, en lo que la Academia también anunciaba que "visibilizará a la ceremonia de los Premios Goya, que se celebrará en Valladolid el 10 de febrero que viene, la reivindicación que la violencia sexual y los abusos de poder no tengan cabida en el mundo del cine ni al conjunto de la sociedad española. En la gala de los Goya contaremos igualmente con un protocolo para prevenir y combatir cualquier posible caso de agresión y acoso sexual y/o de género".
De las acusaciones veladas a las denuncias
Desde que estalló el movimiento me too en los Estados Unidos, a partir de las denuncias en el New York times contra el productor Harvey Weinstein en octubre del 2017, se habían producido testimonios velados de actrices, guionistas, directoras, productoras y otras mujeres que forman parte del cine español que hablaban de intentos de acoso, intimidaciones, tocamientos no deseados o chantajes con promesas de impulsar sus carreras a cambio de favores sexuales. Pero no fue hasta diciembre del 2023 cuando se produjo la primera denuncia formal ante la policía. La actriz Jedet denunció tocamientos no deseados contra el productor Javier Pérez Santana, responsable de Testamento, la productora del documental Mí vació y yo sobre la historia de una mujer transexual. Los hechos denunciados se produjeron en la fiesta posterior a los premios Feroz celebrados en Zaragoza en el 2023. Hubo una segunda denuncia, en este caso por un hombre que acusaba a otra persona por acoso continuado.
De la misma manera que el me too norteamericano empezó con las denuncias en un medio de comunicación, el me too español también destapó el caso Vermut en El País. Una estudiante de cine, una empleada de una de sus producciones y una trabajadora del sector cultural acusaron a Carlos Vermut de haber utilizado su posición de poder para tener relaciones sexuales violentas que ellas no consintieron, en unos hechos que pasaron entre mayo del 2014 y en febrero del 2022. Vermut no era cualquiera, sino un director ganador de la Concha de Oro en el festival de San Sebastián en el 2014 con Magical Girl. El caso provocó una oleada de indignación y reacciones de solidaridad hacia las víctimas. Actrices como Aitana Sánchez Gijón, Jedet, Carolina Yuste o María Botto; actores como José Coronado, Hugo Silva, Alberto Ammann, Berto Romero o Brays Efe, y cineastas como Elena Martín, Clara Roquet, Jaione Camborra, Juan Antonio Bayona, Isabel Coixet, Javier Calvo, Aina Clotet y Marcel Borràs cerraron filas en apoyo a las mujeres que sufrieron estos abusos, durante la alfombra roja de los premios Feroz que entrega la Asociación de Informadores Cinematográficos de España, a los cuales se celebró en Madrid. Y fueron precisamente los testimonios desgarradores de las víctimas de Vermut, lo que impulsó a la artista canaria Koset a denunciar al director canario Armando Ravelo, que a raíz de estas acusaciones decidió retirarse del cine y la vida pública.