Los Mossos d'Esquadra quieren ser la policía de tiera, mar y aire. No és por otra cosa, para dar un servicio como policía integral, que hace tres años, bajo la batuta del entonces comisario jefe Eduard Sallent, la policía de Catalunya puso en marcha una "iron dome" al más estilo israelí para proteger la ciudad de Barcelona y el complejo químico de Tarragona de una de las amenazas que hace tiempo que los servicios de análisis e inteligencia avisan: los drons. El pasado fin de semana los Mossos d'Esquadra neutralizaron un dron que hacía días que estaba sobrevolando la ciudad, haciendo vuelos de casi 6 kilómetros, a gran altura, y poniendo en grave riesgo la seguridad aérea en la capital de Catalunya, por el riesgo de choque contra los helicópteros de emergencia o para sobrevolar por zonas con alta concentración de gente. El dron comercial, pilotado desde un piso de la plaza Cerdà, fue detectado gracias a la Kuppel, un sistema homologado por la OTAN que dispone de unos sensores instalados a diferentes puntos que configuran una especie de cúpula de protección aérea, mediante los cuales se pueden detectar y geolocalizar estos aparatos de vuelos no tripulados.
El pasado 28 de enero los Mossos d'Esquadra, después de una investigación para poder localizar al piloto del dron que hacía algunos días que habían interceptado, pillaron al hombre y lo pudieron denunciar. El piloto iniciaba vuelos cerca de plaza Cerdà, junto a la Gran Vía, y, desde el balcón de su casa, realizaba rutas de más de 6 kilómetros de distancia por la ciudad de Barcelona, llegando hasta Vallvidrera, a unas alturas superiores a las permitidas legalmente, sin disponer de la documentación administrativa necesaria para poder hacer volar estas aeronaves.
El piloto pillado: un hombre de 36 años
Los Mossos de la Unidad Técnica de Seguridad Aérea (UTSA) y la Unidad de Drones (UDRON) pudieron identificarlo y visitarlo en su casa, denunciándolo. Se trata de un hombre de unos 36 años, que utilizaba un dron comercial, pero que tenía experiencia en vuelos de drones.
Según ha podido saber ElNacional.cat, el hombre denunciado es un aficionado a la aeronáutica y tenía conocimientos de vuelos en dron, si bien no tenía ningún tipo de formación oficial. La policía lo califica de "temerario" por el comportamiento que hacía con el dron, poniendo en riesgo gravemente la seguridad aérea de la ciudad de Barcelona, pero descartan que se trate de cualquier persona que se pueda vincular al terrorismo. Los vuelos podían suponer un riesgo de colisión con el resto de aeronaves tripuladas (principalmente helicópteros de los servicios de emergencia) o bien riesgo de caída del mismo dron sobre personas en caso de mal funcionamiento, en más de incumplir varios preceptos de la normativa aérea.
Se enfrenta a una sanción de 220.000 euros
Los Mossos han enviado a Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), la autoridad que podrá sancionar los hechos con un importe de hasta 220.000 euros, el atestado policial. Según la policía catalana, había un claro riesgo de accidente por choque contra otras aeronaves que sobrevuelan la ciudad de Barcelona. Entre otros incumplimientos de la normativa aérea, el piloto no disponía de certificado para poder pilotar, no tenía seguro de responsabilidad civil, y el dron no llevaba la placa de identificación que requiere la normativa vigente.