El curso escolar 2023-2024 empezará la primera semana de septiembre con clases por la tarde, tal como se ha comunicado este jueves en la presentación de un informe encargado por la Conselleria d'Educació. La secretaria general de Educació, Patrícia Gomà, y la secretaria de Transformació Educativa, Núria Mora, han admitido que habrá que buscar la fórmula para hacer que las tardes lectivas sean compatibles con el inicio del curso escolar la primera semana de septiembre. Y en este sentido, han sido tajantes sobre la posibilidad de que se reconsidere la fecha de retorno a las aulas: "Podemos hablar de cómo tienen que ser las tardes y del día concreto en que empezará el curso, pero no está sobre la mesa debatir si tiene que arrancar el 12 como antiguamente o la primera semana de septiembre".
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La cosa es que Educació debatirá en el marco del Consell Escolar cuál es la forma más adecuada para que las tardes de septiembre puedan ser lectivas, a pesar del adelanto del inicio del curso. El informe externo presentado este jueves revela que esta es la opción más valorada por la mayoría de la comunidad educativa, de manera que ahora hay que encontrar la fórmula que permita compensar las horas sin superar el tope de 178 días lectivos que marca la Ley de Educación. Por otra parte, del documento también se desprende que en la escuela concertada la asistencia a las tardes de ocio de septiembre ha estado mucho más elevada — cosa que contradice uno de los principales argumentos que sustentan la medida: la equidad educativa.
La equidad no se ha materializado
Así pues, Gomà ha explicado que los datos muestran como los principales aspectos a mejorar están ligados a la disponibilidad de los recursos, la integración en el contexto y aspectos de coordinación y contratación del servicio. También ha señalado que han surgido dificultades en cuestiones operativas, en el hecho de que la medida no haya contribuido a potenciar la universalidad — porque la asistencia a estas sesiones no ha sido obligatoria y porque el abordaje pedagógico no es comparable con el ocio. Y la cosa no se acaba aquí. Durante el mes de septiembre, la asistencia por la tarde por parte del alumnado de los centros concertados fue mucho más elevada (90%) que en las escuelas públicas (40%). Eso evidencia que la equidad no se ha acabado de materializar, aunque era uno de los principales argumentos para justificar la jornada completa durante el mes de septiembre.
Aunque el estudio señala que parte de los docentes, las direcciones y las familias han percibido la implementación de las tardes de septiembre como buena, la responsable del departamento ha apuntado que la mayoría de los encuestados coinciden en la preferencia que estas tengan un carácter lectivo. "Somos los primeros que ponemos en conocimiento lo que ha ido mejor y peor", ha indicado Gomà, que ha añadido que Educación ha hecho un ejercicio de transparencia. También ha destacado la voluntad del departamento de llegar a acuerdos y trabajar desde el consenso. "Hacemos este análisis porque no somos unos dogmáticos que digamos que hemos hecho eso así y ahora tenemos que continuar igual, al contrario, si la comunidad educativa dice que es mejor que las tardes sean pedagógicas asumiremos lo que se decida porque nuestra voluntad es llegar a una decisión compartida y acordada", ha señalado.
Las tardes lectivas, a debate
En la misma línea se ha expresado Mora, que ha insistido en la voluntad del departamento en abrir un debate sobre las conclusiones recogidas. "El Consell Escolar hará ahora la deliberación y en pocas semanas tendremos las conclusiones", ha comentado. Además, ha aclarado que el 16 de febrero los participantes podrán exponer su opinión al respecto y el 27 de febrero se abrirá el debate con todos los actores. La previsión es que el 2 de marzo finalice el proceso y se redacte un informe que se trasladará a Educació.
Sobre el inicio del curso escolar a la primera semana de septiembre, la secretaria de Transformació Educativa ha explicado que habrá que analizar todas las posibilidades — aunque se ha mostrado convencida de que hay margen para llegar a un acuerdo porque "hay una horquilla de entre 176 y 178 días lectivos que se puede mover y puede encajarse para que no se supere lo que marca la Ley de Educación de Catalunya". Justo antes de eso había dicho que "no está sobre la mesa debatir si (el curso escolar) tiene que arrancar el 12 como antiguamente o la primera semana de septiembre".
Gomà ha admitido que son conscientes de que la propuesta sindical implica retrasar el calendario, pero ha advertido que hablar las cosas "no quiere decir que todo el mundo tenga que estar de acuerdo" y ha añadido que "al final es el departamento quien impulsa las políticas educativas". Además, ha asegurado que el cambio en el calendario "no supone ninguna modificación en las condiciones laborales" de los profesionales del sector. "Nos encantaría acordar con los sindicatos estas cuestiones del calendario, pero no estamos sometidos en qué nos las tengan que validar", ha indicado. Finalmente, se ha referido a la polémica en torno al mes de julio y ha recordado que es "un mes laboral". Así pues, ha dicho que cada vez hay más información continuada a lo largo del curso y que el año pasado ya se llevaron a cabo los nombramientos a finales de junio para agilizar las tareas organizativas de los centros. También ha considerado que "hay tiempo suficiente" para preparar el curso entre julio y septiembre.
Por su parte, Ustec ha respondido a la propuesta de Educació sobre las tardas lectivas en septiembre. La portavoz Iolanda Segura ha querido aclarar que la jornada completa es solo eso, una propuesta — y que en la mesa con Educació se ha explicado así, que es una cuestión que todavía se tiene que debatir. El problema es que el departamento ha hablado este jueves de debatir el "cómo" y no el "qué", de manera que parece que se da por hecha la implementación de las tardes lectivas. Si esto es así, Segura ha asegurado que Educació les habría mentido.