No era una quimera. Las calles de Cataluña están llenas de armas blancas. En menos de 100 horas, desde que se activó el plan Daga reforzado, con controles en el espacio público para luchar contra las armas blancas, se han retirado de circulación 272. Los datos confirman que existe un problema real a pesar de los esfuerzos de algunos sectores de la sociedad y del espectro político por intentar ocultarlo. Desde el jueves, cuando se inició el dispositivo, y hasta este domingo por la noche, los Mossos d'Esquadra, junto con policías locales y guardias urbanos de todo el país, han saturado las calles de Cataluña en busca de armas blancas.

El dispositivo, diseñado por la Prefectura del comisario Miquel Esquius y aplicado por los jefes de cada región policial, ha conseguido neutralizar todas estas armas en 837 dispositivos concretos y enfocados a combatir este problema. Entre las armas localizadas se encuentran cuchillos, navajas de diversa tipología y tamaño, machetes, puñales y cutters. Además, los controles en zonas con aglomeraciones o espacios complicados también han permitido intervenir más de 60 objetos peligrosos como bates de béisbol, sprays de defensa, barras de hierro, palos de madera, pistolas eléctricas y puños americanos.

Fin de semana de controles antiarmas blancas

Los controles se han llevado a cabo por todo el país, de manera coordinada por las regiones policiales y las diferentes comisarías, y también en colaboración con las policías locales de cada ciudad y pueblo, con la presencia, en algunos servicios, de agentes de la Policía Nacional, que es titular de la competencia en Extranjería. El objetivo durante este fin de semana "sin armas blancas" era incrementar la vigilancia y las inspecciones en espacios identificados por la policía partiendo de información policial, mapas delictivos, incidencia delictiva o porque merecen una especial disuasión, como espacios de ocio nocturno o de gran concurrencia de personas, para realizar búsqueda de las armas blancas y poder retirarlas.

Para hacerlo, se han intensificado los controles de detección específicos, entre los que destacan el transporte público, zonas comerciales y entornos de ocio nocturno, con batidas dirigidas a encontrar estas armas, con la colaboración de unidades especiales como la Canina y la Unidad de Drones de los Mossos. Por primera vez, también se ha hecho uso de palas detectoras de metales para hacer más efectivos los registros.

En la ciudad de Barcelona se han organizado macrooperativos en puntos clave de la capital para identificar y retirar de circulación armas blancas. Bajo la dirección de la comisaria Montserrat Estruch y el liderazgo a pie de calle del intendente Rafa Tello, este fin de semana se han saturado salidas de metro, zonas de ocio y puntos calientes, como el Forat de la Vergonya o la rambla del Raval, junto con la Guardia Urbana de Barcelona, para localizar armas blancas. En la ciudad, durante este operativo, se han encontrado más de 100, que han sido confiscadas. En la demarcación de Girona se han retirado de circulación 43, y unas 75 sumando las localizadas en las dos regiones metropolitanas, Sur y Norte.

El dispositivo continuará: más acción, más inteligencia

Tal como ya adelantó el jueves pasado ElNacional.cat, los controles y dispositivos de este reformulado Plan Daga se mantendrán en todo el país y se desplegarán en los Espacios de Protección Reforzada que se vayan identificando a partir de la inteligencia policial obtenida. Los Mossos están analizando los datos recogidos durante estos cuatro días de dispositivo para poder identificar nuevos espacios que sea necesario reforzar y, al mismo tiempo, perfilar quiénes son las personas que hacen uso de estas armas blancas en la vía pública y qué ha provocado este incremento. La policía catalana espera tener más información sobre el fenómeno —que ahora ha explotado mediáticamente, después de un verano muy caliente, pero que ya hacía meses que los mismos agentes habían alertado a sus mandos— para poder hacer valoraciones. Por el momento, no se descarta que la presencia en las calles de Cataluña de personas extranjeras, con una cultura sobre la violencia diferenciada de los valores de nuestro país, haya influido.

 

El jefe del cuerpo, el comisario Esquius, en la rueda de prensa para anunciar este plan de choque, acompañado de la consejera Núria Parlon y del director general de la Policía, Josep Lluís Trapero, no descartó la posibilidad de que la presencia de bandas latinas haya podido ser el detonante. Fuentes policiales van más allá y confirman que es habitual que personas de nacionalidad dominicana lleven armas blancas encima, así como grupos de ladrones que actúan en el centro de Barcelona, de origen magrebí, que también, en los últimos meses, han comenzado a usar armas blancas para defenderse de otros ladrones o por si un robo se complica y tienen que amenazar a las víctimas.

Más armas blancas, más peligro en la calle

A la espera de mejorar el plan y localizar más espacios donde actuar, los Mossos no han marcado una fecha para terminar esta saturación del espacio público para luchar contra las armas blancas. Aun así, este esfuerzo en número de efectivos y servicios movilizados no se podrá mantener con este nivel de activación para siempre. Mandos de los Mossos d'Esquadra se muestran optimistas tras el primer fin de semana del plan Daga reforzado y confían en poder revertir la situación. "Con menos armas blancas en la calle, bajarán los incidentes con armas blancas, no hay más", asegura un inspector que ha liderado este fin de semana uno de estos operativos.

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Un agente de la Guardia Urbana de Barcelona con un cuchillo intervenido en el Raval / GRS

"Un enfrentamiento en la calle entre dos personas, si no llevan armas blancas, acaba a puñetazos; si llevan una navaja, es más fácil que acabe con un muerto", insiste el inspector a ElNacional.cat. Este verano, cuatro personas han sido asesinadas con armas blancas en Cataluña. En todo el año, casi la mitad de los incidentes con personas muertas están relacionados con el uso de cuchillos, navajas o machetes, según datos recogidos por ElCaso.cat. Ahora, sin embargo, es necesario que todas aquellas personas que han sido sancionadas por portar armas blancas en la vía pública sin justificación —las que no están prohibidas se pueden portar si se tiene justificación— reciban ahora la sanción y tengan que pagar la multa correspondiente, para evitar dar una sensación de impunidad. El departamento de Interior se ha comprometido a reforzar el equipo de la Dirección General de la Administración de la Seguridad (DGAS) para evitar que los expedientes se acumulen y caduquen.